Júbilo y llanto por el ascenso de ‘Papá’

La celebración en las gradas luego de ocho años de sufrimientos de los auquistas. Foto: Vicente Costales y Paúl Rivas / El Comercio

La celebración en las gradas luego de ocho años de sufrimientos de los auquistas. Foto: Vicente Costales y Paúl Rivas / El Comercio

La celebración en las gradas luego de ocho años de sufrimientos de los auquistas. Foto: Vicente Costales y Paúl Rivas / El Comercio

Lágrimas, risas, llanto, abrazos, puños en alto. El ascenso de Aucas a la Primera A generó una serie de reacciones de los hinchas del equipo oriental que pintaron de amarillo el estadio Atahualpa.

Víctor Hugo Mera volvió al estadio a mirar el ascenso de Aucas 10 años después de haber estado ausente de los escenarios deportivos. “Era infallable en los partidos de Auquitas, pero un problema en la pierna izquierda me impide caminar bien. Hoy no podía dejar de venir”, dijo. “Yo fundé el Aucas”, manifiesta con orgullo. “Era trabajador en la Shell cuando se fundó el Aucas en 1945 con don Jaime del Castillo”, relata visiblemente emocionado por otra jornada de alegría que el brindaba el equipo de sus amores.

Llegó en compañía de sus hijos Ricardo y Susana, y con su nieto Juan Diego. “En el estadio El Arbolito aprendimos a amar a Aucas con alma, vida y corazón”, sonríe aunque sus ojos enrojecidos dan muestra del llanto que apareció cuando terminó el partido.

Don Washington Velásquez, de 82 años, arribó acompañado de su hijo Galo y un nieto, André. “Este ascenso es maravilloso, pero como siempre nos hizo sufrir”, dijo entre sonrisas de júbilo, tras los 87 minutos que tuvieron que transcurrir para celebrar el gol del empate que significó el ascenso.

“Soy hincha de Aucas desde que tenía 20 años, en el estadio El Arbolito pude ver a esos equipos que nos hicieron felices con Garnica, Severo, Zurita, Chalmeta. Le queremos al Aucas porque es el único equipo del pueblo”, relató mientras mostraba orgullo la camiseta en la que se podía leer: “Papá está de regreso”.

Ayer (16 de noviembre), al estadio no solo llegaron hinchas de Aucas. Un liguista gritó el gol de ‘Papá’ como si fuera de la ‘U’. “Aucas es el símbolo de la quiteñidad. Como quiteños celebramos este ascenso porque se trata de un equipo popular”, dijo el alcalde de Quito, Mauricio Rodas. Siguió el partido con sus hijos y su esposa María Fernanda desde el palco presidencial. Vistió de amarillo, no la camiseta de Aucas, pero sí de la Selección. “Estamos felices porque es el equipo que está en el corazón del pueblo”, añadió.

Aguardará al próximo año para mirar nuevamente los clásicos que tanto extrañan las dos hinchadas, “pero también los otros equipos. Aucas demostró su enorme poder de convocatoria”.
Los padres de los jugadores también sufrieron y también festejaron. Isabela, madre del arquero Jerónimo Costa, vino desde Argentina el 5 de noviembre y esperó hasta ayer para celebrar con su hijo el título de la Serie B y el ascenso a Primera A. “Cuando salí de Argentina decía que venía a Ecuador a la graduación de médico de mi hijo. Ha sufrido mucho para llegar a esto”.

Ella fue quien confeccionó la bandera que desplegó Jerónimo mientras dio la vuelta olímpica. “Compré las banderas y las cosí allá en Argentina. Ahora la voy a dejar en el club”. Isabela, que hoy retornará a su país, unió las banderas de Ecuador, de Argentina por Jerónimo, de Uruguay por Federico Alonso, y la de Paraguay, por Manolo Gómez y Lauro Cazal.

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