La maratonista cuencana Mónica Cajamarca se pronunció este jueves 23 de junio sobre el proceso de juzgamiento que le sigue la IAAF por dar positivo en dopaje. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO
La maratonista cuencana Mónica Cajamarca, quien el pasado 10 de abril se clasificó en Viena para los
Juegos Olímpicos, no correrá en Río de Janeiro. Ella fue notificada por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) que está un proceso de juzgamiento por dar positivo en un control antidoping.
Este jueves 23 de junio del 2016, Cajamarca se declaró “inocente mientras no se demuestre lo contrario”. Además, aclaró que, por ahora, no ha recibido ninguna sanción y pese a ello, el pasado 17 de junio envió una carta al Comité Olímpico Ecuatoriano desistiendo de su participación en Brasil, en agosto próximo.
La atleta de 32 años aclaró que no se pronunció antes porque se manifestó que la notificación era confidencial, pero aquello no se respetó. “Por eso me vi en la obligación de pronunciarme. No quiero que piensen que me estoy escondiendo. Para mi es duro saber que uno logra un sueño y ese sueño está desbancado”. Se aguantó para no llorar.
De acuerdo a su pronunciamiento, en la prueba de control antidoping que se realizó en Viena, apareció un metabolito endógeno, que se desarrolla en el organismo. “El inconveniente se da porque ese metabolito se encuentra en niveles más altos” de los normales.
Le notificaron del particular y le dieron un tiempo prudencial para que presente los documentos de descargo. Cajamarca contó que utiliza un anticonceptivo desde hace seis años y argumentó como una de las posibles causas del resultado registrado en la prueba del control antidoping. “El anticonceptivo provoca en mí una menorrea; es decir, no tengo el periodo de ciclo menstrual. Al no expulsar la sangre, ciertos desechos que tenemos en nuestro organismo se quedan acumulados”.
En su criterio, aquello está produciendo ese metabolito que la IAAF “ve como un supuesto doping, pero yo no estoy sancionada hasta el momento”. La atleta se ha hecho chequeos de testosterona y otros análisis por un supuesto tumor suprarrenal, pero no tiene nada.
La deportista reconoció que, al no estar en el alto rendimiento (ingresó al Plan del Ministerio del Deporte luego de su clasificación olímpica), se manejó de manera empírica. Sin embargo, como cualquier otro atleta, ingirió calcio, hierro, proteínas, que no están en el listado de sustancias prohibidas.
Frente a una docena de comunicadores, Cajamarca insistió que si se hubiese tomado alguna sustancia prohibida “no seguiría dando vueltas”. Incluso contó que ha gastado mucho dinero para enviar documentación a la IAAF. En ese aspecto se lamentó por la falta de respaldo de las entidades deportivas del país.
Según Manuel Bravo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), la entidad a su cargo no puede ser juez y parte en el proceso, puesto que la FEA es filial de la IAAF. “No podemos violar el sentido de confidencialidad iniciado por un organismo pertinente”.
Ante un evento adverso de dopaje, según la Ley de Deporte, el trámite pasará directamente a la Organización Nacional Antidopaje (ONAD). La deportista es quien debe presentar sus pruebas de descargo.
La ONAD, que está adscrita a la Agencia Mundial Antidopaje, sugirió a las entidades deportivas nacionales no pronunciarse mientras se mantiene el proceso de juzgamiento“.
Ecuador ya inscribió a María Elena Calle, quien reside en Estados Unidos, para que complete el equipo femenino de maratón. Las otras clasificadas son Rosalba Chacha y
Silvia Paredes, como primera y segunda, con tiempos de 2:35:29 y 2:42:02. Calle tiene una marca olímpica de 2:42:16.