Rodrigo Aguirre, de Liga de Quito, espera que los médicos tomen las pruebas de covid-19. Tomado de LDU
En el complejo de Chillo Jijón, la dirigencia del Independiente del Valle aplicó modificaciones en las oficinas, habitaciones de concentración y en los consultorios médicos. El objetivo fue brindar seguridad sanitaria a los jugadores del equipo profesional y al personal que trabajará a partir del miércoles 10 en las instalaciones, cerradas desde el 16 de marzo por el virus covid-19.
En su plan de bioseguridad, los galenos del cuadro negriazul estipularon que toda actividad debe realizarse en espacios abiertos o con suficiente ventilación. “Logramos reacomodar algunas áreas como el comedor para buscar el distanciamiento. Algunas mesas las sacamos al aire libre. Implementamos señalética e infografías para el uso de mascarillas e higiene”, aseguró Wendy Montiel, jefa de salud del club.
En el complejo habrá dos zonas de revisión. Una será para uso exclusivo de los jugadores y cuerpo técnico. Las carpas serán instaladas en estos días. Ahí se controlará temperatura, presión y se realizará una oximetría de pulso (proceso en el que se mide la oxigenación de la sangre).
Para estos controles, Montiel contará con ayuda de cuatro colaboradores, entre médicos y fisioterapeutas. Ellos también se encargarán en realizar una encuesta clínica a los jugadores para conocer si tuvieron síntomas de covid 19.
Las zonas de reporte y exámenes médicos son parte del protocolo aprobado el 20 de mayo por la LigaPro, que desde esta semana se aplica con la toma de muestras de jugadores.
En Liga de Quito, el cuerpo médico mantuvo varias reuniones con el personal que trabaja en el complejo de Pomasqui. Richard Cabezas, médico del equipo albo, conversó con los jardineros, personal de limpieza, administrador, utileros y guardias con el fin de que todos acaten el protocolo.
Al igual que en Sangolquí, los albos instalarán una carpa de chequeos médicos. Pero también tendrán un primer filtro en la entrada principal.
“Habrá una persona con traje de bioseguridad que rociará un líquido desinfectante a los autos de los jugadores. Después pasarán al parqueadero, donde habrá una distancia entre vehículos de 2,5 metros”, asegura Cabezas.
El protocolo determina que los camerinos deben ser inhabilitados. En Independiente acondicionaron los cuartos del edificio de concentración para que cada jugador tenga su espacio para cambiarse. En la ‘U’, los deportistas y cuerpo técnico recibieron los uniformes completos. Por disposición del club, todos deben llegar cambiados y hacerse cargo de su ropa.
“Hemos dispuesto que el equipo se entrene en las dos canchas principales y que cada jugador tenga una estación individual de trabajo. Vamos a entregar a cada uno los uniformes y un kit completo con un bolso, canasta, termos, mascarilla, guantes y gel antibacterial”, asegura Cabezas.
En Aucas habrá tres zonas de trabajo. Los entrenamientos serán en las canchas principal, alterna y sintética. También se instalaron canceles en las tribunas, donde cada jugador se cambiará.“Buscamos que exista el distanciamiento y tratamos de cumplir con cada parámetro del protocolo”, dice Daniel Rosales, médico oriental.
En Pomasqui y en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda se instalaron lavamanos portátiles para el uso de la plantilla en este retorno a la actividad.