Más de 200 animadoras norcoreanas vestidas con abrigos rojos y gorras de piel negra llegaron a Corea del Sur para alentar a los deportistas de los dos estados rivales durante los Juegos Olímpicos de invierno que se celebran en Pyeonchang (Corea del Sur) del 9 al 25 de febrero.
Las 229 mujeres integran la delegación de 280 personas que cruzaron la zona desmilitarizada (DMZ) que divide la península el puesto fronterizo de Dorasan, al norte de Seúl.
Las porristas de Corea del Norte caminan a su alojamiento en el Inje Speedium, un complejo de hipódromos y hoteles, en Inje, al norte de Pyeongchang, el 7 de febrero de 2018, antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. Foto: AFP
La escuadra de animadoras iban vestidas de la misma manera que las artistas que llegaron en la víspera.
La jóvenes sonreían mientras cumplían con los trámites aduaneros y hablaban con la horda de periodistas surcoreanos que cubrían el acontecimiento.
“Estoy feliz de verlos”, dijo una de las animadoras que se negó a dar detalles sobre la coreografía de la compañía.
“Esperen un poco. Si se los digo ahora, arruino el placer”, comentó antes de subir al autobús que la llevó con toda la delegación a Gangeung, donde se disputan los partidos de hockey sobre hielo.
Las porristas norcoreanas son una delegación de 280 miembros en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang en 2018. Foto: AFP
La selección
Según la prensa surcoreana, las animadoras fueron seleccionadas en función de su medio familiar, el aspecto físico, la competencia y la fidelidad al Partido de los Trabajadores, el partido único que gobierna Corea del Norte.
Es la cuarta vez que Corea del Norte envía animadoras a Corea del Sur. Ya lo había hecho en 2002 (Juegos Asiáticos de Busan) , 2003 (Juegos Universitarios de Daegu) y 2005 (Campeonatos de Atletismo de Asia en Incheon) .
En la delegación de 2005 figuraba Ri Sol-Ju, la futura esposa del dirigente norcoreano Kim Jong-Un.