La aerotermia se compone de tanques para almacenar agua. La temperatura se puede controlar desde un teléfono celular. Fotos: Vicente Costales/ CONSTRUIR
El diésel y el gas se reemplazan por energías limpias a través de nuevos sistemas más ecoamigables para la climatización del agua. Estos se pueden aplicar en residencias, hoteles o en edificios corporativos e industriales. Se trata de los colectores solares, la aerotermia y la geotermia, sistemas que poco a poco ganan lugar en el país.
El arquitecto Mauro Cepeda, de Arch-BIO, explica que las tres alternativas son las más viables para aplicar en el medio y también de las que más se investigan en la actualidad. Sin embargo, los sistemas que más se utilizan son los calefones a gas y los termostatos.
Los colectores solares son los preferidos tras el calefón, por su eficiencia y costo. Se trata de un sistema que capta la energía solar y la convierte en energía térmica. Esta innovadora forma de aprovechar los rayos del sol permite reducir el consumo eléctrico y con ello se contribuye a la mejora del ambiente.
El arquitecto y especialista en energías renovables Santiago Morales indica que existen diversos tipos de colectores solares, el más común en forma de placa.
Los sistemas se pueden combinar entre sí para lograr mayor eficiencia. Por ejemplo, colectores solares con aerotermia.
También hay sistemas tubulares, que son mucho más eficientes y versátiles, pues se adaptan al estilo arquitectónico de la construcción. Los tamaños y capacidad dependen de las necesidades, es decir si es un edificio residencial, una vivienda unifamiliar, etc. La ventaja es que se los puede adaptar a cualquier infraestructura.
Otro de los sistemas más eficientes es la aerotermia (bombas de calor), que consiste en captar la temperatura del aire. Francisco Anegón, de Gaia Energía Sustentable, explica que el sistema permite reducir en más de la mitad los costos de operación frente a otros sistemas. En Quito comenta que hay cerca de 40 proyectos que climatizan el agua con aerotermia.
Uno de ellos es el Hotel República, en el que antes se consumían 500 galones de diésel al mes y se generaban 60 toneladas de CO2 al año. Tenía un costo de operación de cerca USD 1 200 mensuales. Con el nuevo sistema el costo se redujo a USD 300 el consumo en energía eléctrica, que se ocupa para el funcionamiento de los diferentes dispositivos.
El sistema de aerotermia se compone de un intercambiador que capta el calor del aire, un motor que mueve un fluido de trabajo que transporta el calor captado a un tanque en donde se encuentra el agua. A través de este se distribuye a la infraestructura. Indica que con esta alternativa se puede captar calor a temperaturas desde 0° o menos -dependiendo el lugar- hasta los 42°. El sistema es automático, se enciende cuando la temperatura baja a 45 grados y se apaga cuando llega a los 52, que es el límite. También tiene un sistema digital que se puede controlar desde el teléfono celular.
En cuanto a la geotermia, se trata del aprovechamiento del calor del interior de la tierra. Este sistema en el país aún no se aplica, sin embargo, se están reforzando las investigaciones pues existe potencial en el medio, asegura el arquitecto Mauro Cepeda.