El riego generoso favorece el crecimiento de las orquídeas

A las orquídeas les encanta la luz natural. El sol directo puede lastimar sus hojas y debilitarla. Foto: Mario Faustos/ CONSTRUIR

A las orquídeas les encanta la luz natural. El sol directo puede lastimar sus hojas y debilitarla. Foto: Mario Faustos/ CONSTRUIR

Una orquídea necesita de riego abundante en sus hojas y en sus raíces, y de una buena filtración. Foto: Paola Gavilanes/ CONSTRUIR

El mejor sensor para constatar el exceso o falta de agua en una orquídea es el dedo, según Verónica Andrade, especialista en el cuidado de esa planta. Si el dedo permanece seco luego de presionar el sustrato es hora de brindar un riego abundante, así es como les gusta a las orquídeas.

La hidratación sugerida por la experta consiste en sumergir a la planta dentro de un balde con agua. Así el riego será homogéneo y optimizará ese recurso, pues puede sumergir a más especies.

Para cumplir con ese objetivo es importante sostener a la planta de su base, pues solo debe introducir en el balde la parte que está dentro del macetero. A las orquídeas, explica Andrade, les molesta el agua en la flor, pero les encanta en la raíz y en sus hojas.

A las orquídeas les encanta la luz natural. El sol directo puede lastimar sus hojas y debilitarla. Foto: Mario Faustos/ CONSTRUIR

Para hidratar a estas últimas es importante contar con un frasco rociador. Para que las plantas tomen el agua del sustrato o de las hojas es importante hidratarlas en la mañana, nunca en la tarde o noche.

La especialista explica que la gran mayoría de orquídeas cierra los poros de las hojas y raíz para dormir. Es decir que si la hidrata en la noche dormirá mojada y con la posibilidad de que la raíz se pudra y sus hojas se debiliten.

“Para esto hay que recordar que las orquídeas no son acuáticas ni terrestres. Estas plantas son aéreas. Si el riego es excesivo la raíz se pudre y la planta se muere”.

Para evitar que las raíces se debiliten también es importante que tras el riego se cumpla con una adecuada filtración. Para eso es importante contar con un contenedor especial: tienen más agujeros en la base para permitir que el agua hidrate el sustrato y fluya. Por eso evite colocar platos en la base del contenedor. 

En el mercado nacional se comercializan diferentes tipos de orquídeas. Hay centroS especializados que ofrecen asesorías. Foto: Mario Faustos/ CONSTRUIR

Andrade cuenta que el principal error de las personas que adquieren una orquídea consiste en cambiar la maceta porque les parece poco atractiva. Esa acción, además de frenar el drenaje, debilita a la planta porque el primer trasplante está previsto para luego de una floración, es decir, después de un año y medio, aproximadamente. En ese tiempo el sustrato también cumple con su vida útil.

El florecimiento depende de la especie, pero generalmente sucede una vez al año. Al cambiarla de contenedor antes o durante la floración la planta se debilita y si no se recupera es posible que muera: este proceso toma hasta dos años.

Lo mismo le sucede cuando se la siembra en tierra tradicional, pues las orquídeas requieren de un sustrato especial que está compuesto por una especie de musgo, piedra pómez, pino y coco. Según Andrade, se trata de un sustrato movedizo que permite una buena filtración.

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