La Quinta Loren está en Ficoa, Ambato. Conserva sus gruesas paredes y pilares de madera. Fotos: Wilian Tiban para EL COMERCIO
Quinta Loren Hostería se ubica en uno de los barrios exclusivos de Ambato, en Tungurahua. La casona de gruesas paredes, pilares de madera esculpidos y techos de teja se edificó en el barrio Ficoa, a un kilómetro de distancia de la quinta del escritor ambateño Juan Montalvo.
La propiedad, de más 100 años de construcción, era utilizada como una quinta vacacional y estaba rodeada de frondosos árboles frutales de manzana, claudia y albaricoque.
Según Loren Valdivieso, decoradora y copropietaria de Quinta Loren Hostería, el albaricoque era el fruto principal que se comercializaba en los mercados de la urbe y fue introducido desde España y Turquía. La fruta es la que más se producía en el tradicional sector y es la que aún se conserva en los jardines exteriores de la estructura.
La antigua sala de la casona del barrio Ficoa se convirtió en un restaurante con capacidad para 50 personas.
La construcción conservó la mayoría de materiales originales y el sistema constructivo es el usado por ancestro.
La artista ubicó una rueda de carreta sostenida con maderos, una bicicleta de los sesenta y vasijas antiguas. “En los años 70 se convirtió de una quinta vacacional a una familiar y en 1999 se transformo en hostería. Allí realizamos algunas modificaciones a la casa principal sin que pierda su estilo y aumentamos artículos decorativos antiguos en el bar, salones, habitaciones y baños”, sostuvo Valdivieso.
En el ingreso principal se adaptó un viejo barril junto a la mesa de la recepción. En uno de los extremos se colocó una sostenedora de vinos de metal que armoniza con el entorno.
Los grandes ventanales de la casona permiten que ingrese luz natural a esta sección, a la cafetería y a uno de los dos salones de recepciones. Las mesas redondas y sillas de madera de laurel complementan la decoración junto a la chimenea de lo que funcionada como la sala de la casona.
Los grandes ventanales en el área del restaurante son propicios para compartir y gozar de la plática.
Mientras que en las paredes se ubicaron estantes elaborados con artículos originales de la centenaria vivienda como un juego de vajilla de plata, ollas y cubiertos. Los propietarios sumaron a estas antiguas piezas faroles de diferentes diseños, candelabros y una colección de cámaras de video y de fotos. En las esquinas se apilaron sogas, armarios y cómodas de diferentes diseños.
Mientras que en las paredes cuelgan cuadros con pinturas de paisajes de la serranía y de otras culturas. “La cortina de estilo marroquí es una de las piezas valiosas de la quinta. Los artesanos ambateños elaboraron la pieza de arte fino en los años 70 por pedido de mi abuelo y se convirtió en el logo de la hostería”, aseguró Valdivieso.
Las nueve habitaciones de la hostería conservan el estilo y los roperos antiguos. En la readecuación de la casona se le añadieron servicios higiénicos y estantes. La mampostería de color blanco combina con los colores marrones y amarillos de las paredes hacen armonía y transmiten tranquilidad.
Una de las atracciones de la Quinta Loren Hostería es la cama, comprada a la familia del escritor Juan Montalvo.
Jorge Valdivieso, gerente de la Quinta, explicó que los pisos de piedra y baldosas datan de hace 60 años. Algunos de los guijarros que están en el ingreso son piedras trasladadas desde las orillas del río Ambato.
El empresario explicó que luego de varios viajes de sus padres se le añadieron los salones con capacidad para 150 personas, un restaurante para 50 y un área de fogata para 30. Las áreas verdes se ubican en la parte posterior de la vivienda.