La vuelta al mundo en 80 ideas

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Indolencia con la Patria del Libertador

Captura video: Venezuela: Protesta por muerte de adolescente

Captura video: Venezuela: Protesta por muerte de adolescente

“Dios proveerá”. La frase de Nicolás Maduro quizá sintetiza bien los efectos de la devastación que 16 años de chavismo han ocasionado en la Patria del Libertador Simón Bolívar.

La violencia, la inflación, la serie de devaluaciones ‘maquilladas’, la escasez crónica de productos de la canasta básica, la inseguridad, la represión, los arrestos de políticos de oposición y la indolencia agujerean al país con una de las mayores reservas de petróleo del planeta.

Las estadísticas de la violencia se engrosaron este martes 24 de febrero. Un adolescente de 14 años cayó fulminado por un proyectil que se le incrustó en la cabeza. La muerte ocurrió en la ciudad de San Cristóbal, al cabo de enfrentamientos entre estudiantes y policías. Justamente, un gendarme es el presunto autor del disparo.

Medio centenar de estudiantes pidieron este miércoles al Ministerio de Justicia que anule la resolución que permite a órganos de seguridad el uso de fuerza letal en manifestaciones, un día después de que un policía asesinara a un adolescente en una protesta en San Cristóbal. Video: AFP

El deceso del menor de edad se suma a las 43 que ocurrieron el año pasado, durante las manifestaciones promovidas por el movimiento estudiantil en contra del Ejecutivo de Maduro.

Precisamente, la organización Amnistía Internacional incluye en su informe del 2014 que la represión en Venezuela a las marchas opositoras, el año pasado, se incluye “entre las situaciones en las cuales se produjeron graves violaciones de los DD.HH.”.

Los fallecimientos en las protestas sociales son parte de las estadísticas de un país de 33,2 millones de habitantes, que registró 24 980 muertes violentas en el 2014, según las cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Este, asimismo, ha detallado que en iguales circunstancias perecieron 24 763 personas en el 2013.

El OVV ha entregado otros datos que impactan y que se corresponden con un país en guerra. El año pasado, Venezuela exhibió una tasa de 82 homicidios por cada 100 000 personas (frente a los 79 por cada 100 000 personas del 2013). Es decir, se trata del segundo Estado con el mayor índice de homicidios del mundo, por detrás de Honduras (104 por cada 100 000 habitantes).

En un informe titulado Una década de impunidad en Venezuela, el OVV había ofrecido otros datos incluso más reveladores. En el 2009 fueron asesinadas 16 047 personas en Venezuela frente a las 14 589 de 2008 y a las 4 500 de 1998. En síntesis, el reporte ha revelado que en la primera década del chavismo hubo 123 091 muertes violentas.

El drama y la crisis en la Venezuela se ahondan como consecuencia de la indolencia internacional, que es apenas alterada por aisladas voces de protesta.

José Ignacio Torreblanca, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid, ensaya una tesis acerca de la escasa reacción internacional. En su blog, el también articulista de opinión ha señalado: Venezuela es la nueva Cuba para la izquierda europea y latinoamericana.

¿Por qué? Porque una y otra miran con indiferencia los acontecimientos que se viven en la República Bolivariana. Esa postura se debiera interpretar como un calco de la manera en la que se han hecho de la vista gorda en todo lo que ha ocurrido en la isla caribeña gobernada por el castrismo.

La indolencia de la izquierda (o las izquierdas) resulta más notoria en estas semanas, en coincidencia con la caída libre de la imagen del presidente Maduro. Según una reciente encuesta de la consultora Hernández-Hercón, “el 83,3% de los venezolanos cree que el Gobierno debe ser sustituido de manera inmediata”. 

La indiferencia también se pone de manifiesto en coincidencia con la nueva ola de protestas sociales en contra del Ejecutivo del heredero político del fallecido Hugo Chávez, que ha dicho que afronta “una guerra económica”. No obstante, esta interpretación oficial solo es avalada por el 9,5% de los participantes en un sondeo aplicado por la misma firma Hernández-Hercón.

Las marchas encabezadas por el movimiento estudiantil, que el año pasado alcanzaron su pico y que segaron unas 43 vidas, se han activado de nuevo en particular por la escasez crónica de productos, el encarcelamiento de líderes opositores, como el reciente del alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, y la falta de soluciones a los problemas que agobian a los venezolanos.
 
¿Qué se viene? El futuro escenario de la República Bolivariana resulta incierto. Ya no solo depende de su presidente, que se ve desbordado por el pesado fardo del legado que le dejó su mentor político. Maduro está preso (y con él toda Venezuela) de un modelo político que ya ha fallado en la extinta Unión Soviética y también en Cuba, que sigue siendo el faro guía del proyecto chavista.