El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

Las notas de Ecuador luego del decepcionante empate con Japón

Ecuador fue eliminado tras empatar con Japón 1-1. Foto: EFE

Ecuador fue eliminado tras empatar con Japón 1-1. Foto: EFE

Estas son las calificaciones que merecen los jugadores de Ecuador luego del empate 1-1 con Japón.

Alexander Domínguez, 6,5/10
Realizó un despeje bastante desarticulado para el gol de apertura de Japón, pues debió enviar la pelota al saque de banda. De ahí, respondió cuando fue exigido y acabó como el mejor jugador de Ecuador, no solo del cotejo, sino de la Copa.

Pedro Velasco, 6/10
​Fue el dueño de la banda derecha, que la recorrió casi a placer. Generó más juego ofensivo que ningún otro jugador y creó una interesante sociedad con Ángel Mena.

Robert Arboleda, 6/10
Debido a la sanguínea explosión de su socio en la zaga, le tocó ser un corrector de líneas. Sobrio para salir con la pelota y también en los uno contra uno. Pero también apeló al juego desleal cuando llegaba tarde a los cierres y por eso se llevó una amarilla.

Arturo Mina, 2/10
Deberían darle el número 11 de una vez, pues en su vocación ofensiva es mucho más peligroso que cuando defiende. Adelante, pivotea y cabecea con oficio, y así colaboró con el gol de Mena. Atrás, desordena el esquema y suele quedar expuesto. Le falta aplicación táctica, aunque en esta ocasión no marcó un autogol.

Ecuador fue eliminado tras empatar con Japón 1-1. Foto: EFE

Cristian Ramírez, 4/10
Kubo le dio varios problemas y no colaboró con el ataque. Intrascendente.

Carlos Gruezo, 2/10
Estuvo desatento​ en el gol de apertura del cotejo, al fallar cuando debía apretar, algo que se repitió en todo el cotejo. Lo poco que pudo mostrar fue gracias a que Mena retrocedió y organizó el juego. En términos generales, su gran problema fue que lo mandaron marcar al capitán Tsuabsa, y hasta ahora lo sigue buscando.

Jéfferson Orejuela, 3/10
Cuando los japoneses aceleraban, era superado ampliamente. Cuando la transición al ataque le correspondía, fallaba en la entrega. Dio la impresión que a ratos se estorbaba con Gruezo o Méndez. En algunas ocasiones logró pasar la pelota a Mena, pero en general su conexión con los compañeros tuvo la misma intensidad de la señal de WiFi de una entidad del Estado.

Sebastián Méndez, 4/10
Tuvo momentos de gran despliegue y colaboró con el ataque, pero en otras ocasiones quedaba en cámara lenta. Como los tres volantes de contención parecían carros chocones, había que sacrificar a uno, y no regresó para el segundo tiempo.

Romario Ibarra, 5/10
Movedizo y voluntarioso, corrió en todos los frentes de la cancha. No sabemos para qué, pero corrió sin parar, hasta que lo sacaron, exhausto. Forrest Gamp estaría orgulloso.

Ángel Mena, 6/10
Fue otro buen jugador de Ecuador. Fue el más desequilibrante, el que más propuso, el que más buscó arreglar el desbarajuste de esta Copa.

Énner Valencia, 4/10
Falló un gol increíblemente fácil en el primer tiempo. Luego, dio pelea durante todo el cotejo. Jugó por fuera, a veces fue habilitador (le hizo un formidable pase para gol a Preciado) y hasta buscó la pelota desde la circunferencia central. Pero todo lo que hizo fue en vano. Quizás si le decían que el arquero era centroamericano, hubiera podido anotar.

Ayrton Preciado, 3/10
Entró para el segundo tiempo y fue clave para el dominio de Ecuador; pero luego se fue apagando, pasando hacia atrás, para acabar desperdiciando una hermosa oportunidad de gol.

Andrés Chicaiza, 1/10
El 'Bolillo' lo llevó a la Copa para meterlo en el segundo tiempo y cambiar la cara del equipo. En efecto, la cambió: Ecuador jugó peor.

Antonio Valencia, 0/10
Entró y lo primero que hizo fue ablandar a un rival con un codazo. Luego, le dieron un par de balones para correr y... no llegó nunca.

Hernán Darío Gómez, 1/10
​Otra vez, tuvo más desaciertos. Su idea de tres volantes defensivos no cuajó ante los rapidísimos japoneses, así que debió corregir sobre la marcha. Los cambios no mejoraron sustancialmente el cotejo y más bien requirieron de mayor desgaste físico por parte de los tricolores. Enviar al Toño en lugar de preferir a Garcés, ya en el tramo final, fue un completo despropósito, pues se necesitaba gol, no traslado de pelota. En fin, 'Bolillo', una vez más, hizo todo lo posible por arruinarlo todo.