Los mosquitos poseen diversos sistemas en sus cuerpos que les permiten identificar la persona a la que van a picar. Lo hacen para obtener energía para poner huevos. Foto: Pixabay.
El verano está a la vuelta de la esquina. Eso significa vacaciones, campamentos, viajes a la playa y sí, picaduras de mosquitos. Es típico que estás con tu pana en el mismo espacio y uno de los dos es ‘consumido’ por los mosquitos, mientras que el otro está a salvo de las molestas picaduras. ¿Alguna vez te has preguntado por qué los mosquitos pican más a unas personas? en Afull te tenemos la respuesta.
Primero hablemos de los mosquitos. Es importante que sepas que solo las hembras de estos insectos pican y no solo generan molestias en las personas, sino en cualquier vertebrado.. Lo hacen porque buscan energía para poder poner huevos. Cuando esto sucede, el mosquito libera saliva bajo la piel del huésped- es decir tú-.
Esta saliva, explicó el profesor de entomología de la Universidad de Florida Jonathan F. Day al Huffington Post “contiene proteínas que el sistema imnumológico ve como sustancias extrañas“. Entonces, tu cuerpo genera una respuesta inmune que provoca el abultamiento y el picor de la piel.
Ahora bien, seguro te estás preguntando, “¿por qué a mi?” cuando te picó el mosquito a ti y no a la persona de alado. El portal web de la revista del Smithsonian de Estados Unidos explica que entre los factores que influyen la decisión del mosquito de a quién convertir en su huésped están el tipo de sangre, el metabolismo, el color de tu ropa e incluso el hecho de tomar cerveza.
Según el diario ABC de España. “los mosquitos tienen varias formas de detectar a sus nuevas presas, principalmente combinando el olfato, la vista y detectores térmicos” y son capaces de encontrar a sus ‘víctimas’ siguiendo “sutiles rastros químicos que dejan sus cuerpos”.
Entonces, si alguna vez has pensado que los mosquitos te ‘persiguen’ para picarte, no estás del todo equivocado, pues estos insectos dependen del dióxido de carbono para encontrar a sus huéspedes y, como te enseñaron en la escuela, todos expulsamos este componente, dejando ciertos ‘rastros’ que los mosquitos siguen para hallarnos y finalmente cumplir con lo que se propusieron, picarnos.
Joop van Loon, entomólogo de la Universidad de Wageningen de los Países Bajos, explicó al portal Live Science que los mosquitos se orientan hacia esos impulsos del dióxido de carbono y vuelan hasta percibir concentraciones más altas. Según sus palabras, los mosquitos pueden encontrar posibles dianas hasta a 50 metros de distancia.
Ahora imagínate un espacio más reducido como un jardín o una habitación en la que las ventanas se quedaron abiertas mucho tiempo. Es mucho más fácil para los mosquitos identificar así a su víctima y obtener más información de ella como la temperatura de la piel, la presencia de humedad y el color.
Pero esto no es todo, la variable más importante, dice el ABC, “son los compuestos químicos producidos por las colonias de microbios que viven en la piel” de la persona que hayan decidido convertir en su huésped. “Las bacterias convierten las secreciones de nuestras glándulas sudoríparas en compuestos volátiles que viajan a través del aire al sistema olfativo en la cabeza de los mosquitos”, explica Van Loon.
En marzo de este año, un equipo de científicos de la Universidad Internacional de Florida descubrió que los mosquitos también son capaces de captar los ácidos volátiles del sudor de las personas.
Otra investigación publicada en el 2011 en la revista Plos One afirma que las personas que tienen mayor diversidad de microbios en la piel sufren de menos picaduras de mosquitos. Específicamente las personas con Leptotrichia, Delftia, Actinobacteria Gp3 y Staphylococcus tenían menos picaduras que las demás, mientras que portadores de bacterias Pseudomonas y Variovorax resultan más ‘apetitosos’ para los mosquitos.
Lastimosamente, las personas tienen poco control sobre los microbiomas de su piel. Lo que sí puedes controlar es el color de la ropa que usas para evitar ser más atractivo y, por lo tanto, más picado. Estudios han demostrado que los mosquitos aman el color negro.