Las plantas serían capaces de dormir, percibir vibraciones y frecuencias y hasta poseer una vida social. Foto Referencial: Flickr
No, no, no, amigos. No es hora de arrepentimientos. Si no fuiste capaz de cuidar una planta y se murió deberías mejorar tus acciones con respecto al reino vegetal. Y no sólo porque las plantas son pieza clave para la conservación y el medioambiente, sino porque también serían capaces de sentir dolor.
¿Es eso posible? Pues aunque parezca un poco descabellado existen investigaciones que estarían cerca de confirmar que las plantas efectivamente sienten dolor. Precisamente, el experto en neurobilogía Stefano Mancuso expone en una entrevista realizada por el diario ABC de España que la idea de que las plantas tengan una especie de sistema nervioso no es tan improbable.
Lo que no significa necesariamente que tengan la capacidad de sentir el dolor u otro tipo emoción o inteligencia al nivel humano. Es decir, no esperes que las flores de tu jardín lloren contigo cuando tu novia te diga que necesita tiempo. Eso, digamos, es algo exagerado.
El experto hace alusión a una suerte de ‘Sensibilidad e Inteligencia en el mundo vegetal’, como también se llama uno de sus libros, y se traduce al hecho de que las plantas tienen ciertas similitudes con el desarrollo de la inteligencia humana.
Ello se traduce, según Mancuso, a que los vegetales son capaces de dormir, percibir vibraciones y frecuencias, poseer una vida social y hasta unas leves manifestaciones de al comparable al miedo y dolor.
Bien. Lo anterior no resuelve la noche de ‘pelis’ de todos los sábados. Es decir, que cuando veas una película de terror con tu maceta de violetas no creas que van a sudar frío como tú, peor aún que salga corriendo despavorida.
Ahora, que las violetas se queden en su lugar tampoco significa que no sientan pánico. Sencillamente no perciben el miedo de la forma humana y si lo hicieran quizás deberías reportar el caso a la NASA.
El ‘miedo’ en el reino vegetal, según el experto, estaría más enfocado al hecho de su comportamiento cuando deben crecer con otras platas diferentes, es decir, que no pertenecen a la misma familia. Quizás no le agradaría a tus violetas compartir la maceta con un cactus. ¿Te imaginas crecer con una planta que te apretuje con sus espinas? De seguro es muy incómodo.
Ahora bien, existen otros estudio que van más lejos y se basan en experimentos para demostrar que las plantas pueden sentir dolor. Uno de ellos fue realizado por el instituto Smithsonian. Se utilizó una planta casera llamada “mimosa”, conocida por su capacidad de flexibilidad ante el contacto, y se le aplicó éter, un compuesto utilizado para adormecer a los seres humanos.
Video: YouTube, cuenta Smithsonian Channel
El éter inhibe la actividad eléctrica de los nervios en los seres humanos, ¿qué pasa si se aplica a una planta que en teoría no tiene nervios? Bueno, el resultado llamó la atención. La fama de la mimosa de moverse al mínimo contacto quedó bloqueado bajo la acción de éter. Los científicos inclusive cortaron un pedazo de la planta pero tampoco hubo respuesta. Todo indicaría que si los vegetales son anestesiados tendrían alguna relación con su capacidad para sentir dolor.
Mancuso defiere de ello pues sostiene que el dolor es un mecanismo de defensa de los animales para huir del peligro. Las plantas, al no poder moverse, no podrían se capaces de sentir dolor. Sin embargo, el experto tampoco cierra el debate porque a fin de cuentas la inteligencia vegetal podrían manifestar evidencias más notorias en un futuro.