El panóptico de Quito fue construido en el gobierno de Gabriel García Moreno, por ello lleva su nombre

El panóptico de Quito fue construido en el gobierno de Gabriel García Moreno, por ello lleva su nombre

Esta es la historia escondida entre las paredes del expenal García Moreno

El panóptico de Quito fue construido en el gobierno de Gabriel García Moreno, por ello lleva su nombre. Foto: Archivo personal

Son las 16:00, cae una pequeña lluvia. Desde la calle Sucre, hay que coger taxi para llegar a San Roque, si no posee auto, ahí se encuentra el panóptico del expenal García Moreno. La entrada ahora esta aún más descuidada que cuando aún funcionaba como cárcel. Oscar Ortiz, antiguo psicólogo de los presos recibe a los visitantes y sin decir nada comienza el recorrido.

El rechinar tan fuerte y escandaloso de las puertas lleva a casi dos años atrás; antes del traslado al nuevo centro de rehabilitación penitenciaria en las afueras de Latacunga. El 30 de abril del 2014.

Cada pabellón y cada celda cuentan su propia historia, la misma que recorre todos esos pasillos. El narcotráfico, deudas de juego y una casi inexistente rehabilitación son los ejes que definen al Expenal García Moreno, según quienes hacen el recorrido.

Las situación económica de cada preso definía su lugar ahí dentro y hasta le otorgaba la libertad de remodelar las celdas a su antojo. Oscar Caranqui vivió su reclusión en pisos de mármol, con televisión, vajilla, bar y una celdilla para él solo. Otros presos, menos famosos y sin dinero, compartían camarote. Un espacio de 7.6 metros cuadrados, acogían a 18 o 20 personas privadas de la libertad (PPL).

Es fácil encontrar una celda junto a la otra. La primera la ocupaba un preso que vendía ceviches, la arregló con baldosa de primera mano, colchones y hasta cocina y refrigeradora para el uso de sus compañeros de ‘cuarto’. En la otra, vivían personas sin sustento económico. En su casilla no existían ni boquillas de luz. “Más tardaba uno en poner la boquilla que ellos en sacarla para venderla”, dice Oscar Ortiz.

Aquellas celdas menos afortunadas conservan la marca de las velas en la pared. Pertenecía a ‘los polillas’ o mejor dicho, los adictos a las drogas. Muchos de los prisioneros mantenían a sus familias con un pequeño kiosko dentro del penal.

Una de las celdas del pabellón E tenía dos puertas; la primera era la de todas las otras, la segunda era de varillas, similar a la de una tienda de barrio. El dueño de la celda decía que la puerta era para que no entraran a robar, así cuenta Ortiz riéndose de la ironía.

Las pertenencias de algunos PPL aún se encuentran en las abandonadas celdas. Ropa, refrigeradores, televisores, vasijas de barro, posters y una gran variedad de objetos.

El ex penal Gabriel García Moreno era el centro de rehabilitación que menos rehabilitación brindaba en el país. Los reclusos que habían entrado por drogas, seguían ahí dentro por su constante consumo. Asesinos y psicópatas ocuparon aquellas celdas con una condena de regalo más que de castigo, muchos de ellos fuera del penal no tenían un techo donde pasar la noche.

Daniel Camargo Barbosa, Pedro Alonso López, William Cumbajín, Oscar Caranqui, Eloy Alfaro, Lucio Gutiérrez, esos son algunos de los nombres de quienes pasaron por esos barrotes. Fueron más de 3000 inquilinos hasta el día antes de su traslado y un número indescifrable desde que se construyó el panóptico en el gobierno de Gabriel García Moreno.

El panóptico está ubicado en San Roque, si deseas llegar hasta allá, desde la Plaza Santo Domingo, debe coger la calle Bolívar hasta el tope, junto al Museo de Agua Yaku. Actualmente continúa recibiendo visitas turísticas, la entrada es gratuita. Está abierta a todo el público de lunes a viernes desde las 09:00 hasta las 12:00; y a partir de las 14:00 hasta las 16:00, los días sábados a partir de las 10:00 sin intervalos hasta la 16:00.

Después de todas las muertes y de los homicidas que han pasado por aquí. Criminales, asesinos, violadores, políticos que caminaron por esos pasillos días enteros. Narcotraficantes, ladrones, estafadores e inocentes que ocuparon las celdas. Tú, ¿Estarías dispuesto a pasar una noche en este lugar?