En la Universidad de Especialidades Espíritu Santo se reunieron autoridades para analizar la actual situación del virus zika en el país. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Exministros de Salud, autoridades de Salud Pública y representantes de gremios de médicos se reunieron este miércoles 17 de febrero del 2016 en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) para analizar la actual situación del virus zika en el país.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus ya está circulando en 34 países. En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) reporta hasta ahora 50 casos de la enfermedad y más de 20 sospechosos. 11 de ellos han sido registrados en Guayas, confirmados entre 70 casos estudiados.
Pero Rosario Cantos, directora de Vigilancia en Salud de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), opina que la cifra podría ser mayor, debido a que apenas una de cada cuatro personas con la enfermedad manifiesta síntomas claros como fiebre, manchas rojas en la piel o conjuntivitis no purulenta.
Para detectar más cuadros de este tipo, Cantos explicó que se reforzará la detección a través de una capacitación intensa entre los profesionales de los servicios de salud. También recalcó que hace falta mayor compromiso por parte de la ciudadanía en cuanto al control del mosquito Aedes aegypti, trasmisor del zika, el dengue y la fiebre chikungunya.
“En algunos sectores hemos encontrado índices larvarios de entre 7 y 8. Pero al regresar después de un tipo el índice ha subido a 15, hasta 30. En Guayaquil, por ejemplo, algunas de las zonas de mayor riesgo son Flor de Bastión y Monte Sinaí”, dijo.
Los brotes de zika asociados del síndrome de Guillain Barré en Colombia y Venezuela; y la elevación en la tasa de microcefalias en Brasil son alertas que, a criterio de Francisco Andino, exministro de Salud, deben analizarse con mayor profundidad en el país. “El diagnóstico temprano es vital para evitar la mortalidad (…). Tenemos que estar preparados para la punta de la epidemia que será en marzo”.
El trabajo con la comunidad es fundamental para Andino. Puso como ejemplo a la comuna Libertador Bolívar (en Santa Elena) donde aplican el control biológico de las larvas y pupas del Aedes aegypti utilizando un diminuto pez en tanques y reservorios.
Para llegar a la comunidad de forma más directa, Carlos Farhat, infectólogo de la Red de Salud de los Hospitales del Municipio de Guayaquil, planteó que los programas de promotores de salud, fumigación y destrucción de criaderos se intensifiquen y se concentren en las parroquias. En Guayaquil, por ejemplo, sugirió que las universidades, el Cabildo y el Ministerio de Salud podrían distribuir equipos por zonas específicas, para alcanzar, en conjunto, mayores resultados.
En ese tema, Jenny Marcillo, presidenta de la Sociedad de Infectología del Guayas, dijo que los 180 médicos que conforman esta asociación están dispuestos a sumarse al trabajo con la comunidad, en especial en los sectores de mayor transmisión.
Luego de esta reunión, Joaquín Hernández, rector de la UEES, anunció que convocará a la Dirección de Investigaciones para emprender estudios sobre el virus. Y se comprometió a convocar a más universidades con este fin.
Del zika también se habló este miércoles en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. La Facultad de Ciencias Médicas organizó un taller para el personal del Ministerio de Salud, que fue dirigido por especialistas en control vectorial de la Universidad de Miami.
Desde el año pasado, la U. Católica mantiene un proyecto con este centro extranjero para tener datos más certeros sobre la ecología del Aedes aegypti, sus hábitos de picadura y de ingesta de azúcar -tanto la hembra como el macho se alimentan de néctares y savia-.
El estudio se desarrolla en el cantón Durán (Guayas), donde han colocado 20 trampas con un cebo que simula el olor que los mosquitos perciben de los humanos. En estos meses, la investigación se replicará en una parte de Guayaquil.
Whitney Qalls, investigadora Prometeo de la Universidad de Miami, está en la ciudad para evaluar los avances del proyecto, en el que también se probarán nuevos métodos de control de larvas y mosquitos adultos, a través del uso de plantas que funcionan como repelentes naturales y un tipo de azúcar tóxico que, según los resultados en África y Asia, ayuda a reducir las poblaciones de mosquitos.
La Dra. Whitney Qualls habla sobre el virus del zika en la Universidad Católica de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO