Yemen, un conflicto que pone en alerta a la región

Yemeníes

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Yemeníes se reúnen cerca a un vehículo incendiado supuestamente perteneciente a combatientes Houthi después de enfrentamientos con milicias tribales. Foto: EFE

La repentina intervención militar encabezada por Arabia Saudí en Yemen contra los milicianos del movimiento chií de los hutíes ha supuesto la regionalización de un conflicto sobre cuya solución difieren los regímenes de confesión chií y suní de la región.

Riad, que de momento descarta una intervención terrestre en Yemen, ha conseguido que ocho países árabes -Emiratos, Baréin, Catar, Kuwait, Egipto, Sudán, Marruecos y Jordania-, además de Pakistán, se unan a su aventura, lanzada en respuesta a una solicitud del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.

Frente al apoyo sin fisuras mostrado por estos países, todos ellos de confesión mayoritariamente suní, los estados y principales movimientos chiíes de la región han condenado la ofensiva, que se ha reanudado hoy, y cuyos objetivos han sido principalmente las bases aéreas y las defensas antiaéreas en manos de los rebeldes.

Tanto el régimen iraní, como el sirio, el gobierno iraquí o el movimiento libanés Hizbulá, todos ellos chiíes, han mostrado su rechazo a la ofensiva y han pedido su cese inmediato.

"El hecho de que Arabia Saudí haya empezado una nueva guerra en la región atestigua su desprecio e irresponsabilidad hacia los asuntos del mundo islámico. El resultado de esta crisis será como un bumerán para ese país, ya que la guerra no se confina a las fronteras de un país en particular", declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.

Para Zarif los bombardeos saudíes, que arrancaron en la mañana del jueves constituyen una violación de la soberanía del Yemen.

Por su parte, en un comunicado conjunto firmado por Arabia Saudí Emiratos, Kuwait, Catar y Baréin, poco antes de los primeros bombardeos, estos países acusan, sin nombrarlo, a Irán de estar detrás de los hutíes.

"Nuestros países han decidido responder a la petición del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, de proteger a Yemen y su pueblo del ataque de las milicias hutíes, que han sido y continúan siendo una herramienta en manos de una fuerza extranjera", aseguraron en un comunicado difundido la pasada madrugada.

En dicho texto, insistieron en que "el golpe de Estado" de los hutíes y su avance hacia Adén suponen una amenaza para la seguridad y la estabilidad del Yemen y de la región, así como para la "paz y la seguridad internacional".

Para ellos, Irán pretende, con su respaldo a los hutíes, "ejercer su hegemonía sobre el Yemen y convertirlo en base para ejercer su influencia sobre la región".

Los coalición también considera que la posesión de armamento pesado y de misiles de corto y largo alcance por parte de los hutíes, cuyo principal feudo se encuentra en el norte del Yemen, fronterizo con Arabia Saudí, es un peligro para la monarquía saudí.

Por su parte, los hutíes convocaron hoy una manifestación multitudinaria en Saná para condenar los ataques, en la que participaron alrededor de 200.000 personas.

Asimismo, el máximo líder de este movimiento, conocido también como Ansar Alá, acusó a Riad de responder a los deseos de Estados Unidos y de Israel y llamó a los yemeníes a hacer frente a la agresión.

Los rebeldes se hicieron con el control de Saná el pasado septiembre tras una protestas desatadas por el aumento del precio de los combustibles.

Desde entonces no han dejado de extender su poder e influencia en la capital y en otras provincias del país en detrimento del presidente Hadi, que en febrero huyó a la ciudad meridional de Adén para intentar reagrupar a sus aliados.

Sin embargo la reciente conquista por parte de los hutíes de las provincias sureñas de Lahech y de Al Dalea, así como su avance hasta las puertas de Adén aceleró los acontecimientos.

Paralelamente, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, ha respaldado la ofensiva, y los ministros de Exteriores Árabes han aprobado hoy un borrador para la creación de una fuerza militar de intervención que será aprobado muy probablemente el próximo sábado, durante la cumbre de la Liga Árabe en Egipto, a la que acudirá el propio Hadi.

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