Ximena Garzón ha laborado como coordinadora general de docencia con experiencia a nivel nacional e internacional. Foto: Twitter Ximena Garzón
Ximena Garzón, nombrada ministra de Salud, por el presidente electo, Guillermo Lasso, tiene algo de experiencia en el servicio público. Hasta hace más o menos un mes, se desempeñó como coordinadora de Docencia en el Hospital Carlos Andrade Marín, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Antes trabajó como subdirectora técnica médica y subdirectora de docencia e investigación del IESS Quito Sur.
Esta médica tiene un PhD en salud pública, postdoctorado en epidemiología ocupacional e investigación en estrés, por la Universidad del Sur de la Florida. En ese centro de estudios fue docente en Pregrado de Principios de Salud Pública; en Posgrado, fue profesora de Epidemiología Ocupacional y realizó publicaciones en revistas de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Ximena Garzón ha sido docente del Posgrado de Medicina Familiar y de Epidemiología e Investigación en la Universidad Central del Ecuador, docente de la Universidad de las Américas en pregrado Epidemiología y Salud Pública; y en Posgrado, es docente de Investigación en la Maestría de Seguridad y Salud Ocupacional. Además ha sido docente de la Universidad San Francisco de la materia Promoción de la salud en la Maestría de Salud Pública. Tiene un Diplomado en Docencia y dos diplomados en Epidemiología y en Herramientas Investigaciones en Epidemiología.
En su cuenta de Twitter, en enero escribió: “Se deben diseñar intervenciones y políticas de salud públicas inmediatas para evitar otro colapso del sistema de salud y mayor impacto socioeconómico”.
También se observa que comparte noticias publicadas en diarios internacionales y comenta por ejemplo, que “cuando se trata de prevenir la transmisión de enfermedades infecto contagiosas… peor de esas características, es preferible exagerar en las precauciones que lamentar cuando la situación esté fuera de control”.
La ministra tiene el gran reto de avanzar más rápido con la administración de vacunas contra covid-19. Hasta el sábado 23 de abril de este 2021, en el país se han aplicado 711 204 dosis; de ellas 514 854 han sido primeras dosis. Al Ecuador han llegado 1,9 millones de dosis de tres farmacéuticas, Pfizer-BioNtech, Sinovac y AstraZeneca.
El gobierno de Lenín Moreno ha dicho que hasta el 24 de mayo, día de la posesión de Guillermo Lasso y su gabinete, se aplicarán dos millones de dosis. Y se ha asegurado que tendrán en bodegas otros dos millones, para la segunda dosis.
Según el régimen actual, han negociado 20 millones de dosis, que deberán ser aplicadas a 10 millones de personas, hasta noviembre. Sin embargo, el vicepresidente electo, Alfredo Borrero, ha reiterado en sus redes sociales que acelerarán el proceso de imunización. Su oferta es vacunar a nueve millones de personas en los primeros cien días de gobierno.
Desde el 25 de mayo hasta el 14 de julio vacunarán, ha dicho Borrero, a personal médico de primera línea, adultos mayores y personal médico en general, personas con enfermedades crónicas y respiratorias, personal del orden público, comerciantes informales. Y desde el 15 de julio hasta el 2 de septiembre, al resto de la población.
Una deuda pendiente, que deja el actual régimen, es conocer el listado de vacunados Vip, solicitada por todos los gremios de la salud. No se conoce qué pasó con la alianza público y privada, por la que a través de María Gloria Alarcón se ofreció espacios en instituciones y empresas privadas, se hablaba de centros comerciales, farmacias y supermercados, para la inoculación.
También deberán atender la demanda de la Sociedad Ecuatoriana de Cuidados Intensivos, que les piden “establecer una estrategia viable y efectiva que permita el aumento de las camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), además de formar una red de atención del enfermo grave, en la que estén involucradas tanto las instituciones públicas como privadas”. La semana anterior, el gremio dijo que en Quito existen alrededor de 240 camas en UCI, incluidas las de la red complementaria y privada de salud.
La nueva titular de la Cartera de Salud deberá afrontar la falta de medicinas y sedantes para tratar covid-19. Además listas de espera para pacientes trasplantados y gran demanda de atención en otros servicios, no relacionados con pacientes contagiados con covid-19.