En Carapungo, norte de Quito, una quebrada se está derrumbando y preocupa a los vecinos del sector. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Las intensas lluvias registradas en los últimos días han provocado deslizamientos de tierra en la quebrada Carretas, la cual se ubica en el lado suroccidental del barrio Carapungo junto a la calle Galo Plaza Lasso, en el extremo norte de Quito.
La mañana de hoy, lunes 13 de julio del 2020, este Diario recorrió la zona y constató que tres viviendas se encuentran al borde de la quebrada, la cual alcanza una altura de 25 metros. La moradora Estefanía Pavón indicó que antes la situación era diferente, pues existía un espacio de aproximadamente 25 metros entre las casas y el borde de la quebrada.
Sin embargo, con el pasar de los años y la escasa atención de las autoridades municipales -acotó al mujer- la tierra ha cedido, más cuando llega la época de lluvias.
A su criterio, la fuerza de las aguas servidas provocó un socavón bajo las casas. “Ayer, el olor era insoportable. Se observó basura, plásticos y emanó un olor fétido, repugnante,lleno de excrementos”, manifestó.
En Carapungo, norte de Quito, una quebrada se está derrumbando y preocupa a los vecinos del sector. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La gente asegura que, desde hace cinco años, se agravó la situación. El último deslizamiento se produjo en marzo pasado cuando el socavón aumentó de tamaño. Y de forma simultánea, las paredes de los patios posteriores de algunas casas comenzaron a cuartearse.
Pavón y sus vecinos solicitaron acciones al Municipio para evitar la contaminación ambiental. El pasado fin de semana, personal de la Dirección de Gestión de Riesgos visitó la zona para ver las medidas que se pueden implementar en el sitio. Ellos esperan que los trabajos allí comiencen lo más pronto posible ya que varios alcaldes les han ofrecido arreglar el problema y no lo cumplieron.
La quebrada Carreta en el sector de Carapungo, norte de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los moradores están a la expectativa de las reuniones que mantendrán la Secretaría de Riesgos y la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). “El viernes nos van a dar una respuesta”, dijo Pavón.
El morador Enrique Rueda indicó que la tierra se ha erosionado debido a la falta de atención del Municipio por más de 10 años. “Al fondo de la quebrada llegan las aguas servidas de los conjuntos residenciales ubicados al frente”.
Contó que, hace más de una década, entre la quebrada y las casas había una distancia de 25 metros como lo señala la normativa. “Una vecina no puede dormir porque el peligro es inminente”.