Vázquez, uno de los políticos que buscan retornar al poder

El expresidente y candidato Tabaré Vázquez, en el cierre de campaña. Foto: Pablo Porciuncula / AFP

El expresidente y candidato Tabaré Vázquez, en el cierre de campaña. Foto: Pablo Porciuncula / AFP

El expresidente y candidato Tabaré Vázquez, en el cierre de campaña. Foto: Pablo Porciuncula / AFP

Julieta Nassau. La Nación de Argentina (GDA), y AFP (I)

Durante su primera Presidencia (2005-2010), Tabaré Vázquez, el primer presidente de izquierda de Uruguay, evaluó una hipótesis de guerra con la Argentina, en medio del conflicto por la entonces papelera Botnia. Incluso pidió refuerzos al gobierno conservador de George W. Bush, en Estados Unidos, para el eventual enfrentamiento armado.

Vázquez contó esta situación en una conferencia académica en octubre del 2011, siete meses después de dejar el poder. Al día siguiente, esas declaraciones estaban en todos los medios en ambos lados del Río de la Plata.

Frente al revuelo, el exmandatario pidió disculpas a las autoridades argentinas y anunció su “retiro de la actividad política pública” a través de un comunicado. Y volvió tiempo completo a su consultorio, al que solo visitaba de vez en cuando mientras era Presidente, para atender a sus pacientes oncológicos.

Desde entonces, con el aval de las encuestas de opinión pública desde que dejó el Gobierno con un 75% de popularidad, el nombre de Tabaré siempre sonó como un posible candidato a suceder a su correligionario de la alianza Frente Amplio, José ‘Pepe’ Mujica , quien, por mandato constitucional, tampoco podía aspirar a la reelección directa este año.

Vázquez, de 74 años, eligió el misterio por mucho tiempo. Recién en agosto del año pasado confirmó que se presentaría a las primarias de su partido para postularse a Presidente. Las ganó 10 meses después con un arrollador 80%. En la primera vuelta de las elecciones generales, el mes pasado, volvió a ganar. Pero deberá enfrentarse hoy, 30 de noviembre, a una segunda vuelta a Luis Lacalle Pou, una pelea que, según coinciden todos los analistas, ya tiene ganada con un 52% de la intención de voto.

El mismo dirigente que estrenó el gobierno de Frente Amplio en Uruguay, protagonizará también los 15 años de esa coalición de centro-izquierda en el poder, en el 2020.

Amor y odio por izquierda

“Voté y voy a votar siempre al Frente Amplio, ellos son los únicos que se acordaron de la gente de abajo”, asegura una empleada doméstica uruguaya justificando su apoyo a la izquierda de su país.

En el otro frente, los centroderechistas exigen detener el “azote impositivo” a la clase media o la falta de seguridad y piden un rejuvenecimiento de la clase política.

Estas dos visiones dividen a un electorado que en la primera vuelta electoral, el 26 de octubre, le dio a la izquierda el 47,8% de los votos y la consiguiente mayoría en la Cámara de Diputados.

Adriana Domínguez aseguró que en los últimos 10 años de gobierno del Frente Amplio (FA) su familia “se superó mucho”.
“Trabajo de doméstica y mi sueldo subió. Aparte mucha gente de mi familia que trabaja en lo mismo consiguió que la pusieran en caja (seguridad social) y eso era casi imposible con los partidos tradicionales”, Nacional y Colorado, indicó. Adriana es una de las miles de empleadas domésticas que se benefició en los últimos ocho años de un aumento salarial mayor al 400%.

Además, el 66% de las trabajadoras del sector tienen un empleo formal, con cotización a la seguridad social, en el primer país del mundo en ratificar, en el 2012, la Convención Internacional sobre Trabajo Doméstico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Del otro lado, un sector de la población de este país de 3,3 millones de habitantes se queja del deterioro de la seguridad pública y de los problemas educativos. “Con el IRPF (impuesto a la renta) me sacaron la capacidad de ahorro, y sé que a mucha gente le pasa lo mismo.

La educación y la seguridad están en un declive total, me han robado y eso que vivo en un quinto piso”, alerta Carina, una secretaria que en la primera vuelta votó por el candidato del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, y apoyó un plebiscito que pretendía bajar la edad de imputabilidad penal a los 16 años, propuesta que fracasó en las urnas.

El IRPF implica aportes de entre 10% y 30% a partir de un salario nominal de USD 840.

La canasta básica de alimentos está estimada por el Gobierno en USD 145 y la familiar -índice elaborado por el semanario Búsqueda- está calculada en USD 2 327.

Con el objetivo de volver

La misma noche de la reelección en segunda vuelta de la presidenta Dilma Rousseff el mes pasado en Brasil, Luiz Inacio Lula de Silva comentó a su círculo íntimo del Partido de los Trabajadores (PT) que él se presentaría en las elecciones presidenciales del 2018, según contó en ese momento el diario Folha de S. Paulo.

Según analizan en Chile, el expresidente Sebastián Piñera decidió no volver a los negocios para no entorpecer sus posibilidades para una nueva elección. Ahora se dedica a la fundación Avanza Chile, pensada para diseñar y estudiar las políticas públicas. Mientras tanto, sus colaboradores empiezan a lanzar la idea de ‘Piñera 2018’.

El expremier italiano Silvio Berlusconi
sigue pululando alrededor del poder. Se ha juntado ocho veces con Matteo Renzi para ayudarlo a delinear su prometida reforma electoral. Ha pasado la mitad de su condena de dos años de no presentarse a ningún cargo público, y ya está pensando cómo será su regreso triunfal.

El expresidente francés Nicolás Sarkozy siempre pensó en la reelección. No lo consiguió en el 2012, pero ayer era el favorito para liderar su partido, Unión por un Movimiento Popular (UMP) en las elecciones primarias, lo cual es el primer paso para ganar las elecciones presidenciales del 2016 y volver al Elíseo.

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