Un niño de origen ecuatoriano muere asfixiado con una uva en Año Nuevo en España

comer las 12 uvas al compás de las campanadas para tener prosperidad durante el año venidero, como es la tradición en España y en América Latina

comer las 12 uvas al compás de las campanadas para tener prosperidad durante el año venidero, como es la tradición en España y en América Latina

Imagen referencial. Comer las 12 uvas al compás de las campanadas para tener prosperidad durante el año venidero es la tradición en España y en América Latina. Foto: Pixabay

Thiago Leonel tenía tres años y vivía junto con sus familiares, de origen ecuatoriano, en la ciudad española de Gijón. La familia residía en esa localidad desde hace más de 18 años. La familia Guamán Bustos celebraba la llegada del Año Nuevo en su vivienda la noche del 1 de enero, cuando una tragedia empañó la festividad.

La familia de ecuatorianos decidió comer las 12 uvas al compás de las campanadas para tener prosperidad durante el año venidero, como es la tradición en España y en América Latina. Pero cuando faltaban pocos minutos para el nuevo año, el pequeño se atragantó con una uva y murió asfixiado.

Su madre contó al diario español El Comercio que colocó las uvas "unas tres o cuatro sin pepitas. No más", para que coma su hijo. Poco después el niño, que estaba sentado justo cuando el reloj marcaba las 00:00 del 1 de enero, comenzó a ahogarse. Su tío Carlos le golpeó el pecho y la mujer introdujo los dedos en la boca para intentar remover la fruta. Sin embargo, no lograron desatascar la uva.

Ellos llamaron a emergencias, pero la unidad móvil de atención indicó que se demoraría en llegar hasta el lugar. En ese momento, una vecina le practicó primeros auxilios, pero tampoco logró reanimar al pequeño.

Los agentes de una patrulla de policía, que llegó hasta el lugar, decidieron trasladar al menor al hospital más cercano, en vista de que no llegaba la ambulancia. Cuando finalmente llegaron a la casa de salud, el pequeño Thiago tenía un pulso muy débil. El equipo médico logró extraer la uva e intentaron reanimarlo, pero fue demasiado tarde. El niño perdió la vida.

Su madre relata que lo ocurrido con su pequeño hijo le ha hecho vivir "una pesadilla en la que, en momentos, solo espero que sea un mal sueño y despertar".

La ecuatoriana dijo al periódico que tras la muerte del infante, que en este 2019 habría cumplido cuatro años, "se me ha ido la mitad de mi vida. Esta casa está fría, porque ya no está él. Su recuerdo lo inunda todo, vaya donde vaya. A partir de ahora, no sé qué voy a hacer".

Suplementos digitales