Paúl Velásquez fue recontratado para dar clases a alumnos de la Universidad Central. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Las universidades públicas del país se preparan para recibir a nuevos estudiantes. En su mayoría son quienes ganaron un cupo en el proceso de admisión, que empezó con la toma del examen en septiembre pasado.
En total son 99 613 chicos que aceptaron un cupo en las instituciones de educación superior. De ellos, 4 385, en la Universidad Central; 1 935, en la Técnica de Ambato (UTA) y 1 486 en la Politécnica Nacional, entre otras. La última postulación se desarrolló hasta el miércoles pasado.
Para este período la oferta total fue de 107 112 cupos. Al final del proceso, 5% de ellos se registra como “sobrante”, informó la Secretaría de Educación Superior (Senescyt).
Franklin G. obtuvo un cupo para estudiar sociología en la Universidad Central, en donde el lunes pasado empezó un nuevo período académico para los niveles de las carreras.
Mientras el joven de 18 años espera el inicio de la nivelación, hace planes para organizarse de manera que, además de sus clases, pueda autoeducarse por su cuenta. Teme que las condiciones actuales de la universidad pública no cumplan sus expectativas.
“No imaginé que entraría a la ‘U’ en medio de la pandemia. La universidad tiene menos presupuesto, las clases virtuales no son iguales a las presenciales y todo eso implica menos calidad de la educación”.
El curso de nivelación para los jóvenes que consiguieron cupo en esa institución comenzará el 4 de enero del 2021. Las clases terminarán el 27 de marzo, según el calendario.
Esa institución de educación superior tuvo un recorte de más de USD 10 millones a dos partidas presupuestarias: gastos en personal y varios ítems de bienes y servicios.
El presupuesto asignado en este año fue de USD 106 millones aproximadamente, de los cuales se destinan alrededor de 830 000 mensuales a la contratación de docentes.
La reducción prácticamente corresponde al total de lo que la U. Central gasta al año en contratos, dijo su vicerrectora académica María Augusta Espín. “Hemos tenido que mover presupuesto de otras partidas para cubrir, en algo, el déficit”.
En el período académico 2019-2020 la Central tenía 645 maestros contratados y en el 2020-2021 son 573. Ellos ganan un salario que depende del tiempo de dedicación y categoría. La mayoría, dice Espín, son auxiliares uno, con sueldos de USD 600 (tiempo parcial), 1 200 (medio tiempo) y 2 400 (tiempo completo).
Por la misma situación atraviesan otras universidades públicas. La Técnica de Ambato (UTA), por ejemplo, contaba con 422 maestros a contrato en el 2019. En el 2020 el número bajó a 377 y en el período 2020- 2021 serán 343.
El centro de educación superior informó que se tendrían que aumentar más horas de clases, lo que implica el manejo de muchas asignaturas, “que no permiten especializar a los docentes ocasionales”.
Así, señaló el Rectorado, se pasaría a un escenario antipedagógico, ya que cada docente, en promedio, tendría que manejar entre 250 a 300 alumnos, “perdiendo la calidad”.
La Politécnica del Litoral (Espol) tuvo dos recortes este año, que suman USD 10 millones. En el último, de cinco millones, el 73% afectó a la nómina docente, señaló Paúl Herrera, vicerrector académico.
Eso ha causado la reducción de alrededor del 16% de la planta de maestros, con respecto al 2019, precisó. Son unos 158 profesores separados entre febrero y mayo. Además, se redujeron salarios de maestros y personal administrativo.
La inestabilidad preocupa a los maestros ocasionales. La Central ha recontratado a varios docentes solo por los meses de clases. “La universidad ya no tiene de dónde sacar más recursos”, dice Paúl Velásquez, presidente de la Asociación de Docentes Ocasionales del Ecuador (Asodoupe).
En la Universidad de Guayaquil, dice, separaron a alrededor de 250 profesores; en la Espe a unos 50; en la Técnica de Bolívar, alrededor de 10; y en la de Cotopaxi, unos cinco. Eso ha provocado que se unifiquen cursos llegando hasta a 60 alumnos.
Eso, anota el representante, también dificultaría la atención a los nuevos estudiantes que están por ingresar.