El ultraderechista Jair Bolsonaro es el nuevo presidente de Brasil

Jair Bolsonaro se impuso en segunda vuelta y es el nuevo presidente de Brasil. Foto: AFP

Jair Bolsonaro se impuso en segunda vuelta y es el nuevo presidente de Brasil. Foto: AFP

Jair Bolsonaro se impuso en segunda vuelta y es el nuevo presidente de Brasil. Foto: AFP

El ultraderechista Jair Bolsonaro prometió “cambiar el destino de Brasil” tras ser elegido presidente de la mayor potencia de América Latina, después de una agresiva campaña que expuso los rencores de todo un país.

El excapitán del Ejército obtuvo 57,7 millones de votos (55,18%) contra 46,8 millones (44,82%) para el izquierdista Fernando Haddad, con el escrutinio de más del 99,91% de las urnas realizado ayer, domingo 28 de octubre del 2018.

“No podemos seguir coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda”, agregó el flamante presidente electo desde su casa de Río de Janeiro, en un mensaje emitido en vivo por las redes sociales, llave maestra de su campaña.

Los resultados oficiales dieron al controvertido presidente electo el 55.18 por ciento de los votos, con más del 99.7 por ciento de los votos contados. Foto: AFP

Bolsonaro, un exparacaidista de 63 años, logró capitalizar la decepción y la rabia de una población golpeada por años de recesión y hastiada de los escándalos de corrupción.

Ferviente defensor de la dictadura (1964-85) -y admirador declarado de uno de los principales torturadores-, Bolsonaro prometió sin embargo defender “la Constitución, la democracia y la libertad”.

Arropado por líderes de izquierda y vistiendo una camisa blanca, Haddad se dirigió a la militancia en un hotel de Sao Paulo, donde pidió respeto por sus “45 millones de votantes” , en un emotivo discurso en el que prometió seguir luchando “con coraje” por la democracia, y no felicitó a Bolsonaro.

El exalcalde de Sao Paulo, de 55 años, fue designado candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en sustitución de su líder histórico, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) , que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de activos.

El PT perdió la primera de las últimas cinco elecciones presidenciales.

El ex capitán de la extrema derecha Jair Bolsonaro fue elegido presidente de Brasil en una segunda vuelta después de una campaña polarizada. Foto: AFP

'Libre de comunismo' 

Decenas de miles de manifestantes celebraron eufóricos los resultados frente a la casa de Bolsonaro en Barra de Tijuca, un exclusivo barrio de Rio, agitando entre cánticos sus banderas de Brasil y lanzando fuegos artificiales.

Allí estaba Cristina Silva, una funcionaria de 60 años que se mostraba radiante.

“El ejército está volviendo, asumiendo el poder electo. Va a entrar en la explanada de Planalto con el apoyo del pueblo”, afirmó feliz. “Solo los bandidos, los terroristas, deben tener miedo, la gente de bien como nosotros estamos felices porque el capitán llegó”, añadió.

También hubo celebraciones importantes en Sao Paulo, la capital económica del país, y en otras ciudades.

“Brasil está libre del comunismo de Venezuela y Cuba”, celebró la doctora Sheila Sani, de 58 años, agitando una bandera gigante en la céntrica Avenida Paulista.

El candidato del Partido Social Liberal (PSL) dirigió desde su casa una exitosa campaña que centró en internet, tras la puñalada que sufrió durante un mitin callejero a principios de septiembre.

La jornada de votación, que llamó a las urnas a 147,3 millones de brasileños, discurrió sin incidentes, y el presidente saliente, Michel Temer, aseguró que la transición entre sus gobiernos comenzará a partir del lunes.

También felicitaron a Bolsonaro el presidente de Estados Unidos, Donald Trump -que le llamó por teléfono- o los de Argentina, Colombia y Chile.

Los partidarios del legislador de extrema derecha y candidato presidencial para el Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, celebran en Río de Janeiro, después de que el ex capitán del ejército ganara las elecciones presidenciales de Brasil. Foto: EFE

Alerta

Pese a su campaña contrarreloj, Haddad contó con el apoyo de millones de brasileños que se beneficiaron de las políticas de inclusión de Lula.

Pero esa identificación disparó también su índice de rechazo, ya que para otros millones el PT y su patriarca son sinónimos de manejes financieros turbios para mantenerse en el poder.

Un rechazo solo comparable... al del propio Bolsonaro, que en sus 27 años como diputado destacó por sus declaraciones misóginas, racistas y homófobas. El ultraderechista se hizo popular gracias a las promesas de liberalizar el porte de armas para combatir una inseguridad galopante y de librar una guerra abierta contra la corrupción.

El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó las elecciones presidenciales en Brasil con un 55 % de los votos válidos y sucederá al mandatario Michel Temer el próximo 1 de enero, para gobernar el país hasta 2022. Foto: EFE

Ahora, sin embargo, tendrá que gobernar.

“Hay toda una liturgia a la que Bolsonaro tendrá que adaptarse. Esperemos que los límites institucionales funcionen correctamente, y que esa verborragia que Bolsonaro tuvo como candidato se limite ahora”, señaló Leandro Gabiati, director de la consultora Dominium.

No todo el mundo se muestra tan optimista, y la ONG Human Rights Watch lanzó un “llamado urgente” a proteger los derechos democráticos en Brasil, tras la victoria del ultraderechista, que en el pasado dijo a una diputada que no la violaría porque “no lo merece” o que prefería perder un hijo en un accidente a que fuera gay.

“Bolsonaro representa una posición de descrédito en las instituciones y desde el poder, podría avanzar en esa deconstrucción de la democracia”, alertó Tomaz Paoliello, profesor de la Universidad Pontificia de Sao Paulo.

El exmilitar asumirá la presidencia el 1 de enero por cuatro años. A partir de entonces, su gurú económico, Paulo Guedes, tratará de lanzar un programa de privatizaciones para reducir la deuda y reactivar la economía, que viene de dos años de recesión y dos más de débil crecimiento.

Bolsonaro deberá tratar, además, con un Congreso con partidos debilitados por los escándalos y dominado por los lobbies conservadores del agronegocio, las iglesias evangélicas y los defensores del porte de armas.

Simpatizantes del candidato a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro celebran su victoria en la avenida Paulista, en Sao Paulo (Brasil). Foto: EFE

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