Donald Trump se reunió con George W. Bush en vísperas del funeral de su padre. Foto: AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acudió el martes, 4 de diciembre del 2018, a dar sus condolencias a la afligida familia Bush, en su último gesto para hacer las paces con el tradicional clan político contra el cual se enfrentó antes duramente.
Trump, cuyo ascenso a la cabeza del Partido Republicano supuso una agria confrontación con los Bush, se ha esforzado por demostrar unidad desde la muerte del expresidente George H.W. Bush, a los 94 años, el viernes (30 de noviembre del 2018) en Houston.
Antes del funeral de Estado el miércoles 5 de diciembre, en el que Trump se sentará en la primera fila aunque no pronunciará un discurso, el presidente anunció en Twitter que visitaría a la “maravillosa familia de Bush”, alojada en la casa de huéspedes presidencial Blair House, frente a la Casa Blanca.
Trump y su esposa Melania fueron recibidos en la puerta de la residencia Blair en la fría tarde del martes por el expresidente George W. Bush, hijo del difunto mandatario, y su esposa, la exprimera dama Laura Bush, para una visita privada.
Antes, Laura Bush visitó junto a Melania Trump las decoraciones navideñas de la Casa Blanca.
Las relaciones de Trump con el ‘establishment’ republicano han sido complicadas desde que el magnate inmobiliario logró la nominación del partido para la carrera presidencial, y luego tras su sorprendente victoria electoral en 2016.
Trump no asistió al funeral, en abril de este 2018, de la exprimera dama Barbara Bush, esposa de George H.W. Bush, al contrario de sus antecesores, los exmandatarios Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton. Melania Trump representó a la actual Casa Blanca en esa ocasión.
Trump tampoco asistió al funeral en agosto de otro grande de la política estadounidense y del Partido Republicano: el exsenador John McCain.
La familia Bush le aseguró a Trump que los discursos morturios en la Catedral Nacional de Washington el miércoles evitarán cualquier crítica hacia él, informó The Washington Post.
Más de 21 600 personas, según las autoridades, habían pasado el martes por la Rotonda del Capitolio, donde desde el lunes por la tarde es velado el 41º presidente estadounidense, George H.W. Bush, referente para muchos de una generación de patriotas.