Trump 'ridiculiza' el pirateo ruso y ataca costes de los nuevos cazas F-35

Donald Trump ha mostrado en sus declaraciones un tono conciliador tras haber sido elegido presidente de EE.UU. Foto: AFP.

Donald Trump ha mostrado en sus declaraciones un tono conciliador tras haber sido elegido presidente de EE.UU. Foto: AFP.

En su cuenta de Twitter, Trump se refirió de nuevo a la polémica desatada en EE.UU. tras conocerse un informe de la CIA. Foto: AFP

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, redobló este 12 de diciembre del 2016, desde su cuenta de Twitter su rechazo a la posible interferencia de Rusia en las elecciones de EE.UU. y volvió a criticar como costoso un contrato de defensa, en este caso el de los cazas F-35 que quiere adquirir el Pentágono.

En dos mensajes a través de su cuenta de Twitter, su red favorita para comunicarse, Trump se refirió de nuevo a la polémica desatada en EE.UU. tras conocerse un informe de la CIA que concluía que los ciberataques de Rusia no buscaban simplemente desestabilizar el proceso electoral de EE.UU., sino ayudar específicamente al candidato republicano.

"A menos que cojas a los piratas en el acto, es muy difícil determinar quién estaba haciéndolo. Por qué no se sacó este tema durante las elecciones?", afirmó Trump.

Además, el magnate señaló que "si los resultados electorales hubiesen sido los opuestos y hubiésemos intentado jugar la carta rusa", entonces "lo llamarían una teoría conspirativa". Este domingo, Trump calificó el informe de la CIA de "ridículo" e indicó que no "se lo cree en absoluto".

El reporte, que salió a la luz este viernes en el diario The Washington Post, ha llevado a que varios e influyentes senadores llamen a una investigación bipartidista sobre la cuestión, ya que "las recientes informaciones alarman a todos los estadounidenses".

En un comunicado conjunto, firmado por los senadores republicanos John McCain (Arizona) y Lindsay Graham (Carolina del Sur); y los demócratas Charles Schumer (Nueva York) y Jack Reed (Rhode Island), instaron "a examinar los recientes incidentes en profundidad y diseñar soluciones integrales para detener y defender frente futuros ciberataques".

A estas peticiones se sumó el senador republicano por Kentucky, Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, quien indicó que "es un asunto importante y queremos revisarlo desde un punto de vista bipartidista", aunque señaló que no es necesario un comité especial.

"No somos amigos de los rusos", zanjó McConnell, cuya esposa Elaine Chao, ha sido escogida por el presidente electo como secretaria de Transporte.

También desde la Casa Blanca, el llamamiento ha sido unívoco a favor de esta investigación.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz presidencial, Josh Earnest, dijo que el Gobierno apoya desde hace tiempo que el Congreso lleve a cabo "una revisión" de esos ciberataques, que Trump se resiste a atribuir a Rusia.

A juicio del portavoz del presidente Barack Obama, la revisión del Congreso "está justificada" si se tiene en cuenta "lo que está en juego y las consecuencias" de ese pirateo.

En su tercer tuit del día, Trump dirigió sus ataques contra el contrato de defensa del Gobierno con la empresa Lockheed Martin para fabricar la nueva ronda de aviones F-35.

"El programa F-35 y sus costes está fuera de control. Miles de millones de dólares pueden y serán ahorrados en gastos militares y de otro tipo tras el 20 de enero", dijo el presidente electo, sin ofrecer más detalles a primera hora de la mañana.

Como consecuencia, antes de la media jornada, las acciones de la empresa llegaron a caer en la Bolsa de Nueva York un 5%, aunque posteriormente se recuperaron levemente y poco antes del cierre perdían un 2,77 % respecto al precio de apertura.

Lockheed Martin, uno de los principales contratistas de defensa del Gobierno estadounidense, emitió un comunicado en el que señalaba su "disposición a trabajar con el presidente electo y su Administración para avanzar en el historial de probado desempeño del programa F-35 y que sea asequible".

El acuerdo entre el Pentágono y la empresa para llevar a cabo la fabricación de la nueva ronda de aviones de este modelo se cerró a comienzos de noviembre por 6.100 millones de dólares.

El comentario de Trump se suma al realizado la pasada semana sobre el desorbitado precio planteado por Boeing para construir el nuevo modelo de avión presidencial, en el que llegó a señalar que, de no rebajarse la factura, cancelaría el pedido.

Suplementos digitales