“Estos tuits no eran racistas. No tengo ni un hueso racista en mi cuerpo”, dijo Trump en Twitter. Foto: AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó este martes 16 de julio de 2019 que sus violentos comentarios contra cuatro congresistas demócratas pertenecientes a minorías fueran racistas, mientras crecía la polémica por las declaraciones que fueron criticadas por figuras de su propio partido.
Luego de haber aconsejado el fin de semana a estas cuatro congresistas demócratas que “regresen” a sus países de origen, el presidente intensificó sus ataques el lunes 15 de julio de 2019, y el martes negó que sus comentarios fueran racistas.
“Estos tuits no eran racistas. No tengo ni un hueso racista en mi cuerpo”, dijo Trump en Twitter.
Este martes los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, someterán a votación una moción para condenar las declaraciones del presidente. Mientras el liderazgo republicano se mantiene silente.
En sus tuits, Trump atacó a Alexandria Ocasio-Cortez (representante de Nueva York, de origen puertorriqueño), Ilhan Omar (de Minnesota, estadounidense nacida en Somalia), Ayanna Pressley (una legisladora negra que representa a Massachusetts) y Rashida Tlaib (de Michigan, de ascendencia palestina).
Estas cuatro legisladoras, que llegaron a la Cámara a principios de 2019, son apodadas ‘El escuadrón’ por algunos medios y destacan por su intensa actividad en las redes sociales y por posiciones escoradas hacia la izquierda.
Trump se aferró a su estrategia de alimentar la controversia que él mismo lanzó y en la mañana del martes reiteró su mensaje a las congresistas: “Si no están felices aquí, pueden irse”, les dijo.
En carrera por un segundo periodo en las elecciones de 2020, Trump parece más decidido que nunca a avivar las llamas de la tensión racial para reforzar su base electoral, mayoritariamente blanca, pero también para sembrar divisiones entre sus opositores políticos.
En la tarde, Trump recibe en la Casa Blanca a líderes republicanos del Congreso, en una cita en la que buscará tener al menos un apoyo tácito de su parte.
Pero los ataques contra las congresistas también generaron críticas en su propio campo.
La senadora Susan Collins, republicana de Maine, rompió el silencio inicial de sus copartidarios y llamó al presidente a retirar el tuit: “Fue totalmente fuera de lugar”.
El senador negro republicano Tim Scott, también criticó al presidente por usar “ataques personales inaceptables y lenguaje ofensivo racialmente”.
Mitt Romney, senador y excandidato presidencial del partido de Trump, calificó las declaraciones como “destructivas y degradantes”.
Pero por el momento, Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, no se ha pronunciado.