Estadounidenses eligen entre Trump y Biden tras una turbulenta campaña

Shawn Adams presiona una calcomanía que dice

Shawn Adams presiona una calcomanía que dice "Yo voté hoy" en su chaqueta vaquera después de emitir su voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en Marfa, Texas, Estados Unidos. 3 de noviembre de 2020.

Shawn Adams presiona una calcomanía que dice "Yo voté hoy" en su chaqueta vaquera después de emitir su voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en Marfa, Texas, Estados Unidos, el 3 de noviembre de 2020. Foto: Reuters

Millones de personas votaban el martes 3 de noviembre de 2020 para elegir si el presidente Donald Trump o el candidato demócrata Joe Biden liderará a Estados Unidos por los próximos cuatro años, poniendo fin de una campaña electoral amarga y polarizadora marcada por las acusaciones mutuas y la pandemia de coronavirus.

Los votantes hacían filas en todo el país para sufragar, sin señales de interrupciones en los lugares de votación que algunos habían temido tras una prolongada campaña marcada por una retórica provocativa en un país profundamente dividido.

Poco más de 100 millones de estadounidenses votaron por anticipado, ya sea por correo o en persona, según el Proyecto de Elecciones de la Universidad de Florida, una cifra impulsada por las preocupaciones sobre centros abarrotados en medio de la pandemia, así como por un entusiasmo extraordinario.

El total ha roto récords y ha llevado a algunos expertos a predecir las tasas de votación más altas desde 1908.

Biden, de 77 años y quien ha enfocado la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte de Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia, arreglar la economía y salvar la división política de Estados Unidos. El demócrata ha mantenido a lo largo de toda la campaña una ventaja relativamente estable en los sondeos.

Pero Trump, de 74 años, está lo suficientemente cerca en los estados indecisos como para reunir los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia. En 2016 derrotó a la demócrata Hillary Clinton a pesar de perder el voto popular nacional por unos 3 millones de papeletas.

Trump ha cuestionado la integridad de los resultados de las elecciones durante meses, afirmando que el voto por correo es un fraude, y no se ha comprometido a una transferencia pacífica del poder en caso de derrota.

La incertidumbre y la perspectiva de prolongadas batallas legales han alimentado una ansiedad sin precedentes sobre el resultado y las consecuencias de las elecciones.

Los partidarios de ambos candidatos parecían estar de acuerdo en que la elección es un referéndum sobre Trump y su tumultuoso primer mandato.

Monique King, una tecnóloga quirúrgica de 54 años, se dirigió a su lugar de votación en un gimnasio universitario en Santa Mónica, California, a las 07:00 hora local después de terminar un turno de 12 horas en su hospital.

"Creo que el coronavirus se manejó mal", dijo King. "Creo que tenemos demasiadas muertes. No puedo soportar otros cuatro años de Trump ... Mentira tras mentira tras mentira".

En McConnellsburg, Pensilvania, los votantes sufragaron en una fría mañana.

"Es un poco un idiota, y lo agradezco", dijo Martin Seylar, un soldador de 45 años que acababa de terminar su turno, sobre Trump, su candidato preferido. "No hace todo lo que dice, pero a mi modo de ver es que lo está intentando, a diferencia de todos los demás".

Trump, que parecía cansado y ronco tras el final de una campaña frenética, predijo que ganaría durante una entrevista telefónica en Fox News en la mañana del martes.

"Tenemos multitudes que nadie ha tenido antes", sostuvo el mandatario, quien ha sido criticado por los demócratas por realizar manifestaciones abarrotadas en desafío a las recomendaciones de distanciamiento social. "Creo que eso se traduce en muchos votos".

Los estadounidenses también decidirán el martes qué partido político controlará el Congreso de Estados Unidos durante los próximos dos años. Los demócratas quieren recuperar la mayoría del Senado y todo apunta a que mantendrán el control de la Cámara de Representantes.

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