Pasajeros de una unidad municipal de la Ecovía, que salió desde la Río Coca hacia La Marín, ayer a las 16:30. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En la primera semana de aplicación de la medida Hoy no circula, el Sistema de Transporte Metropolitano registró un aumento de 105 000 pasajeros. Solo el 9 de septiembre, los corredores Trolebús y Ecovía transportaron 19 400 usuarios adicionales; es decir, la demanda subió 3,17% en comparación con el lunes 2, día en que se iniciaron las clases en Quito.
En el sistema municipal de transporte se movilizan cada día en promedio 900 000 personas. De ellas, 325 000 viajan en 113 unidades del Trolebús y 272 830 lo hacen en los 123 buses de la Ecovía. El resto se traslada en el corredor Sur Occidental y en otros servicios como los expresos.
Darío Chávez, gerente de la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtp), señala que desde el lunes 9 se puso en marcha un plan de reorganización de la operación para reducir los intervalos entre unidades y se optimizó la flota. Se incrementaron los buses de 234 a 253 en el circuito C1 que conecta a El Labrador con El Recreo.
Aunque en el transporte público privado se movilizan cerca de 1,5 millones de personas al día, Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano de Quito, sostiene que los 2 380 buses públicos son suficientes para atender la demanda mientras está vigente el Hoy no circula.
Según dice, cada unidad transporta entre 600 y 700 pasajeros y la mayoría lo hace en el hipercentro. “Los transportistas han visto el aumento en la demanda de pasajeros entre ocho y diez más, pero es debido al regreso a clases”.
La medida, sin embargo, ha obligado a las personas que tienen vehículos o motocicletas a usar el transporte público. Joe Ruano lleva una semana acostumbrándose a usar el bus. Él vive en Carcelén Bajo y antes se trasladaba en su vehículo hacia la Politécnica, donde estudia hasta las 21:00. “Usar el auto es un tema de seguridad, ahora cuando salgo muy noche tomó un taxi que cuesta USD 7 y cuando tengo clases en la mañana gasto USD 0,75 en buses, pero voy súper apretado”.
Alexis Rosero vive en Calderón y antes de la restricción se trasladaba en su carro hasta la Universidad de las FF.AA., en Sangolquí. “En mi auto hacía una hora de viaje. Pero hoy tomo tres buses, uno hasta Carapungo, otro hasta el desvío de la autopista Rumiñahui y un tercero hasta la U. El recorrido me toma una hora 40 minutos”.
A Jessica Vega le preocupa la seguridad. Ella sale de su trabajo a las 21:00 y debe trasladarse desde la U. Central hasta San Antonio de Pichincha. “Siempre viajo en mi vehículo porque ya sufrí un robo en un bus”. Pero el pasado miércoles tomó nuevamente el transporte público y llegó pasadas las 22:15 “porque había pocos buses y demasiada gente”.
La usuaria dice que antes de aplicar la medida Hoy no circula, el Municipio y los transportistas primero debieron dotar de más buses en la noche.
Freddy Intriago habita en La Mariscal pero sus hijos estudian en Conocoto. “La placa de mi auto termina en 0, la única opción de los viernes es pagar taxi. Gasto entre USD 12 y 15 para dejarlos y retirarlos. Y en mi caso, voy en bus”.
Eliseo Argüello trabaja en su motocicleta como mensajero y su último dígito de placa termina en 6. El miércoles 11 tomó seis buses y un taxi para entregar los encargos y documentos en Calderón, Pomasqui y Carcelén. Gastó USD 8.