La transmisión silenciosa debe contenerse

En el barrio Polígono (Tumbaco) se aplicaron pruebas rápidas, el jueves pasado. Foto: Tomado de Twitter/ Salud 9

En el barrio Polígono (Tumbaco) se aplicaron pruebas rápidas, el jueves pasado. Foto: Tomado de Twitter/ Salud 9

En el barrio Polígono (Tumbaco) se aplicaron pruebas rápidas, el jueves pasado. Foto: Tomado de Twitter/ Salud 9

A mediados de agosto, María, de 44 años, presentó síntomas respiratorios intensos. De inmediato fue trasladada a un hospital, en donde le hicieron la prueba de coronavirus. El resultado fue positivo. Pero -recuerda el infectólogo David Larreátegui- su familia no creía en el diagnóstico.

La paciente había permanecido desde febrero encerrada en casa. Así que solo pudo infectarse a través de su esposo. Él salía por motivos de trabajo y tenía contacto directo con clientes. Ese contagio se habría dado a mediados de julio. “El problema -cuenta- fue que el hombre era portador asintomático”.

Se conoce con este término a las personas que tienen el virus, pero no presentan síntomas relacionados con la enfermedad, como tos seca, fiebre o malestar corporal (los más comunes). Pero obviamente son fuentes de infección.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó el 15 de este mes que al contagio de ese tipo de portadores del virus, más el de los preasintomáticos (quienes están a punto de desarrollar molestias), se le denomina ‘transmisión silenciosa’.

“Las últimas pruebas científicas muestran que la mayoría de los nuevos brotes pueden atribuirse a este tipo de traspaso del coronavirus”.

Rodrigo Henríquez, experto en epidemiología y salud pública de la Universidad de las Américas (UDLA), explica que en el mundo se detectó que el 80% de los casos son leves o no presentan malestares; el 15% desarrolla una sintomatología moderada; y el 5% encara problemas graves.

Además -anota- se sabe que la cantidad de asintomáticos corresponde al 20% del total señalado en el primer grupo. “Aún no se conoce si estos portadores tienen una carga viral (número de microorganismos replicados en el cuerpo) más alta; frente a quienes sí desarrollan molestias”.

Por ello deben mantenerse las medidas de bioseguridad en la capital y en el país, como el lavado de manos constante, el uso correcto de mascarillas y el distanciamiento social, afirma Esteban Ortiz, salubrista e investigador de la UDLA.

Él subraya que es importante el rastreo de contactos próximos a los diagnosticados como positivos para covid-19.

En el caso de María -relata Larreátegui- se hizo seguimiento a sus tres hijos y cinco parientes más. Todos se contagiaron. Los niños no tuvieron una enfermedad grave; sin embargo, la abuela de 93 años falleció producto del virus.

“Es importante buscar los nexos epidemiológicos o los posibles infectados para aislarlos y tratarlos rápidamente”.

Desde abril, en el país se realiza una vigilancia de los casos. Esta labor está a cargo de municipios, como el de Quito, y de la Cartera de Salud.

La Alcaldía, por ejemplo, ha llegado a 170 barrios, donde ha aplicado
38 000 pruebas moleculares o PCR. Su objetivo ha sido identificar a ciudadanos sospechosos y rastrear a personas cercanas, de forma rápida.

Lo precisa el médico Francisco Pérez, director de Políticas de la Secretaría de Salud Metropolitana.

Si la persona -indica- resulta positiva se procede a la búsqueda de sus contactos; se pide nombres y números telefónicos. Durante las llamadas, entre otros puntos, se les consulta si usaron mascarilla, cuánto tiempo permanecieron con el infectado, si dialogaron en un lugar abierto o cerrado.

“De ese modo podemos determinar si se trata de un contacto efectivo o no y se realiza la vigilancia”, comenta.

Por su parte, el Ministerio de Salud, dentro de su estrategia de búsqueda activa, ha llegado a 81 barrios; aplicó 1 075 pruebas moleculares de diagnóstico PCR y 7 814 rápidos, hasta el 31 de octubre. Toda esa información fue publicada por la Secretaría Metropolitana de Salud de la capital.

Otra de las estrategias que se han llevado a cabo es el rastreo, a través de aplicaciones móviles. El 13 de agosto, el Gobierno presentó la ‘app’ ASÍ. Es una herramienta digital gratuita que genera alertas a uno o varios ciudadanos que estuvieron cerca de un caso sospechoso o confirmado.

Hasta el 19 de noviembre hubo 754 839 descargas, en el país. Sin embargo -según Linkin, empresa que desarrolló la aplicación- harán algunos cambios para mejorar la cifra de reportes de contagiados.

La idea: la ‘app’ preautenticará los códigos de los pacientes que compartan sus datos, en el momento de hacerse la prueba de diagnóstico PCR; así se eliminará la necesidad de que los médicos intervengan.

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