Políticas de Blair en la llamada 'guerra del terror' enfrentaron al servicio secreto

Tony Blair durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el 21 de enero del 2015. EFE

Tony Blair durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el 21 de enero del 2015. EFE

Tony Blair durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el 21 de enero del 2015. Foto: Archivo / EFE

Las políticas del exprimer ministro británico Tony Blair durante la llamada "guerra del terror" provocaron desavenencias "sin precedentes" entre las dos agencias de inteligencia del Reino Unido, informa el miércoles 1 de junio The Guardian.

De acuerdo con fuentes del Gobierno de Londres, la implicación del Ejecutivo de Blair en las "controvertidas y clandestinas" actuaciones de captura y entrega ilegal de presos en operaciones orquestadas por EE.UU. dividió al MI6 (servicio secreto de inteligencia exterior) y el MI5 (interno) del Reino Unido.

Según el diario, las políticas de Blair en la "guerra del terror" -la campaña contra el terrorismo lanzada por EE.UU., bajo el gobierno de George W.Bush, tras los ataques terroristas del 11 del septiembre del 2001 en Nueva York y Washington-, provocaron una "disputa sin precedentes" entre las dos agencias.

La responsable del MI5, Eliza Manningham-Buller, se "enojó tanto" cuando descubrió el papel desempeñado por el MI6 en secuestros de sospechosos de terrorismo, que derivaron en torturas, que despidió a varios empleados y les prohibió trabajar en la sede de este servicio en Thames House.

Manningham-Buller escribió también a Blair para quejarse sobre la conducta de miembros del MI6, bajo el argumento de que sus acciones habían amenazado las tareas del espionaje británico y podrían haber comprometido la seguridad de los agentes e informantes del MI5.

La carta, según The Guardian, ocasionó una "ruptura de confianza grave y prolongada" entre ambas agencias, provocada por la política empleada por el Gobierno de Blair de apoyo a estas operaciones de EE.UU. bajo el Gobierno de George W.Bush (2001-2009).

Esa misiva fue hallada por los investigadores que analizaban si los agentes de los servicios secretos británicos deberían enfrentarse a cargos criminales con relación a la captura y entrega a Libia del líder exiliado de la oposición, Abdul Hakim Belhaj, crítico con el ya desaparecido Muamar al Gadafi.

Belhaj, exmilitante islamista y opositor al régimen de Gadafi, fue capturado en 2004 en una operación conjunta entre EE.UU. y el Reino Unido en Bangkok, junto a su esposa, que estaba embarazada, y entregado a la CIA.

Según recuerda The Guardian, la CIA le sometió a torturas antes de entregarlo a las autoridades de Libia, donde estuvo encarcelado e interrogado también bajo torturas durante siete años en una prisión de Trípoli.

El MI6 proporcionó información secreta que permitió a la CIA secuestrar a Belhaj y llevarlo a la capital libia, precisan las fuentes gubernamentales.

En declaraciones a este rotativo, el exmilitante islamista indicó que le "sorprendió mucho" la implicación del Gobierno británico en un "periodo muy doloroso" de su vida. "No me permitieron darme un baño durante tres años y no vi el sol durante un año", dijo.

La implicación secreta del MI6 se reveló después de la caída de Gadafi, cuando se encontraron documentos en las oficinas desmanteladas del jefe de los servicios de inteligencia, Musa Kusa.

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