Una cámara del servicio de emergencia ECU 911 captó el momento en el que funcionarios, detenidos y visitantes evacuaron el edificio, por una falsa alerta de bomba. Foto: Cortesía
Jueces, fiscales, detenidos, abogados… Todos los ocupantes de la Unidad de Flagrancia, ubicada en la avenida Patria y 9 de Octubre, en el norte de la capital, tuvieron que evacuar el edificio en cuestión de minutos ante una amenaza de bomba. El hecho se registro la mañana de este lunes 7 de marzo del 2016.
Cerca de las 10:00, Fernando Castillo, teniente de la Policía Nacional, recibió una llamada anónima alertando la presencia de una bomba en el edificio. Él lo comunicó al Grupo de Intervenciones y Rescates (GIR) y al Cuerpo de Bomberos de Quito. Personal de ambas dependencias llegaron al lugar y lo evacuaron de inmediato. 120 detenidos fueron sacados de las celdas y llevados al parqueadero subterráneo del lugar. Se analizó trasladarlos a otra unidad de detención.
El trabajo del escuadrón antibombas determinó la falsedad de la llamada y los detenidos y demás funcionarios y visitantes del lugar regresaron al interior luego de 90 minutos.
El hecho generó el cierre de un carril de la avenida Patria por cerca de una hora. Y de la calle 9 de Octubre por 90 minutos. Tras la habilitación de las vías y el edificio se iniciaron las investigaciones para esclarecer el motivo y el autor de la falsa alarma.
Esta es la tercera amenaza de este tipo que se alerta en Quito, en lo que va del 2016. La segunda fue en una Unidad Judicial. En las tres ocasiones la falsa alerta se dio por una llamada telefónica anónima.
El pasado viernes 5 de febrero una falsa alarma de bomba se reportó en el edificio de las Unidades Judiciales de Garantías Penales, ubicado en la avenida 6 de Diciembre y Juan Ramón Roca (centro-norte de Quito). En esa ocasión, el edificio se evacuó y el sector se cercó por una hora.
La mañana del martes, 9 de febrero, se dio la alerta de una bomba en el sector de la avenida 12 de Octubre, en el centro norte de la urbe. El lugar en el que se dio la amenaza fue la funeraria Casa Girón, ubicada en la 12 de Octubre y Veintimilla.