Myriam Riera, analista de operaciones en Equifax, trabaja tres días desde su casa. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La emergencia sanitaria por el coronavirus obliga a las empresas e instituciones públicas del país a modificar sus métodos de trabajo con el objetivo de mitigar riesgos sin afectar sus operaciones.
El teletrabajo (trabajar vía remota desde casa) se ha convertido en una alternativa recomendada a escala mundial. Fue la opción que aplicaron empresas chinas cuando la situación en ese territorio se volvió crítica, y es lo que están empleando otros países con casos confirmados de covid-19.
En Ecuador, la declaratoria de emergencia emitida el 11 de marzo pasado incluye la promoción de este mecanismo. Esta modalidad rige desde el 2016 para el sector privado y desde el 2017 para el público. Se lo puede aplicar total o parcialmente (pasar unos días en la oficina y otros en la casa).
Actualmente hay 15 506 teletrabajadores que pertenecen a 2 712 entidades entre públicas y privadas. Esta forma de laborar se aplica más en los sectores de servicios, comercio, comunicaciones e información, y financiero, según el Ministerio de Trabajo.
Antes de sumarse a esta tendencia es recomendable que cada organización forme un comité que evalúe la situación interna, determine cuáles son las actividades que se pueden realizar fuera de la oficina y que se encargue de seleccionar a las personas más aptas para convertirse en teletrabajadoras, dijo Roberto Estrada, socio de Deloitte Consulting.
Myriam Riera es analista de operaciones en el buró de crédito Equifax, lleva un año trabajando dos días en casa y tres en la oficina. Por su experiencia, comenta que ahorra tiempo porque deja de trasladarse a la oficina, y comparte más con su familia. Ante la actual contingencia se siente más protegida en su hogar y no ha dejado de tener contacto constante con su jefe inmediato.
Equifax se acogió al teletrabajo el año pasado y cerca del 80% de su nómina (82 empleados) labora ahora desde casa unos días. Desde que la situación sanitaria se agravó, el teletrabajo aumentó a 3 días para el personal que no tiene atención directa con clientes y a 5 días para las mujeres embarazadas y quienes se movilizan en transporte público, refiere María Verónica Carrasco, gerente Recursos Humanos.
DK Management, al que pertenecen los centros comerciales San Luis Shopping, Portal Shopping y otras marcas decidió aplicar el teletrabajo en los cargos administrativos a raíz de la emergencia sanitaria.
Juan Pablo Acosta, gerente de mercadeo de esta firma, explicó que ante la presentación de cualquier síntoma, el personal deberá guardar reposo en su domicilio y dar aviso a los departamentos de la empresa para realizar un seguimiento de su condición de salud.
El trabajo remoto requiere implementaciones tecnológicas, según las necesidades de cada empresa. De ese factor depende la inversión de recursos en estos aspectos.
También existe la posibilidad de hacer acuerdos para que la compañía pague total o parcialmente las facturas de consumo de Internet u otros servicios que ocupe el empleado en su casa, expuso Estrada.
Algunas empresas solo requerirán Internet y una computadora, pero en otras demandarán contratar licencias de programas especializados, ‘chat box’, sistemas VPN.
Este último es una tecnología de red que se utiliza para conectar una o más computadoras a una red privada utilizando Internet. Las empresas suelen utilizar estas redes para que sus empleados, desde sus casas, puedan acceder a recursos corporativos.
Gescom S.A., un centro de llamadas telefónicas que realiza servicios de cobranza, diseñó un plan con canales de comunicación VPN.
El acuerdo ministerial que dio paso al teletrabajo, en agosto de 2016, dispone todas las cuestiones relativas a los equipos de trabajo, a la responsabilidad y a los costos deberán ser definidos claramente en el contrato antes de iniciar con la nueva modalidad.
Si el empleador entrega los equipos necesarios para la actividad, al finalizar el contrato el trabajador está obligado a devolver los instrumentos.
El Ministerio de Trabajo destacó que el teletrabajo reduce, además, el uso de espacios físicos, de costos fijos, de transporte y otros efectos positivos. Hasta fin de año se espera contar con 17 000 teletrabajadores.