El socavón se formó en enero, cuando un bloque de aulas de la Escuela La Inmaculada Fe y Alegría colapsó. Las investigaciones atribuyeron el daño a trabajos de minería ilegal que se realizan debajo de la ciudad. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO
Una mezcla de hormigón y bentonita sellará el socavón de Zaruma, en El Oro.
700 metros cúbicos de material serán inyectados en la zona del hundimiento, ubicada en parte del centro histórico del cantón. “Con esa cantidad se podría construir una casa de tres pisos”, explica Danny Burbano, del Instituto Nacional de Investigación Geológico Minero Metalúrgico (Inigemm).
El plan de remediación de Zaruma comenzó en marzo de 2017 y es dirigido por el Ministerio de Minería. Demandará una inversión de USD 445 000 y se tiene previsto que finalice a mediados de julio.
El socavón se formó en enero, cuando un bloque de aulas de la Escuela La Inmaculada Fe y Alegría colapsó. Las investigaciones atribuyeron el daño a trabajos de minería ilegal que se realizan debajo de la ciudad.
Han pasado cuatro meses y quienes transitan por la calle Ernesto A. Carrasco, en el centro, ya se acostumbraron al movimiento de la maquinaria, que contrasta con la pasividad de esta ciudad patrimonial.
Burbano, especialista en geología y geotécnica del Inigemm, dice que el plan marcó un perímetro de seguridad, mientras se trabaja. Y abarca perforaciones exploratorias de hasta 70 metros. Son 11 sondeos a cargo de la empresa Gran Nacional Minera, para analizar el tipo de terreno, desde el suelo hasta la roca dura.
Es una exploración necesaria para el pilotaje. Diez pilotes tipo caisson -de 1,40 metros de diámetro- se construyen alrededor del socavón. Son agujeros de entre 18 y 20 metros de profundidad, que irá empotrado en la roca firme. Cada pilote es excavado metro a metro, de forma manual. Hasta ahora hay seis y se prevé empezar su fundición la próxima semana.
En cuanto estén listos serán unidos con un muro de 30 cm de espesor y seis metros de profundidad, similar a una losa de concreto. “Con esta cimentación se reforzará el terreno. La idea es evitar que el agujero se expanda”, dice Burbano.
A la par, los técnicos hacen pozos logísticos para el envío de materiales y mantener la comunicación con quienes trabajarán en el subsuelo. Debajo, en la punta del socavón, colocarán tapones que servirán de base para luego inyectar el hormigón de relleno.
Llegar hasta el fondo del problema no fue sencillo. Cuando ubicaron el punto, Burbano recuerda que solo pudieron permanecer 15 minutos dentro. Las condiciones son extremas: la humedad bordea el 90% y la temperatura alcanza los 30 °C. “Trabajamos dos semanas para hallar el cono. Fue como estar en un panal de abejas”.
Para llegar a ese punto utilizan la mina San Antonio, ubicada a 10 minutos del centro de Zaruma. Desde ahí caminan 1,7 km, durante casi una hora.
Al inicio, el agua causó problemas. Las filtraciones formaron un embudo que succionó el relleno emergente de tierra y rocas. Pero luego de terminar el muro se necesitará agua para limpiar la arcilla acumulada en las galerías subterráneas, y así trabajar en el sellado.
A través de los tapones se inyectará el hormigón con bentonita, un mineral que puede expandirse para ocupar los vacíos. También se hará el relleno desde la superficie.
El alcalde de Zaruma, Jhansy López, explica que las labores de remediación son solo una parte de un plan integral de seguridad para el cantón. “También se hacen estudios en otros sectores de posible riesgo, como el coliseo, la calle Gonzalo Pizarro y el centro histórico”.
Además, esperan que se sellen 15 galerías (donde se practica la minería) para frenar la extracción ilegal de metales bajo la ciudad. Esas galerías son túneles internados en la zona ampliada de exclusión minera de Zaruma, que tras esta emergencia pasó de 105 a 173 hectáreas.
En contexto
En octubre del 2016 se registró el primer hundimiento en la escuela La Inmaculada. La Secretaría de Riesgos hizo un estudio geofísico para ubicar galerías mineras y otras zonas de posible hundimiento. La constructora Ducanticorp SA hace la remediación.