Cerca de las 17:25 los dos bandos se enteraron de la decisión del juez Miguel Jurado, quien dictó orden de prisión preventiva en contra del segundo Mandatario. Foto: Gabriela Coba/EL COMERCIO
20 minutos antes de que se reinstale la audiencia para definir si se acepta o no la prisión preventiva del vicepresidente Jorge Glas, un grupo de ciudadanos, en contra del segundo Mandatario, llegó a los exteriores de la Corte Nacional, en el norte de Quito.
Con pancartas y bombos empezaron a gritar consignas en contra del Vicepresidente y exigían que vaya a la cárcel.
“Preso Glas preso” y “fuera corruptos fuera”, eran los gritos que repetían. También indicaban carteles con las fotografías del expresidente Rafael Correa y de Glas en unas celdas.
Los gritos se intensificaron cuando los simpatizantes del vicepresidente, parados en otra esquina, empezaron a rechazar su presencia. “Ellos son, ahí están, los que dañan la nación“, decían mientras señalaban con los dedos a los opositores.
En ese momento los ciudadanos contrarios cambiaron esa misma consigna a “ellos son, ahí están, los que roban la nación”.
Enseguida cruzaron la calle en dirección a los seguidores de Glas, quienes también hicieron lo mismo. De inmediato un grupo de policías con cascos y escudos evitaron enfrentamientos y los separaron.
Cerca de las 17:25 los dos bandos se enteraron de la decisión del juez Miguel Jurado, quien dictó orden de prisión preventiva en contra del segundo Mandatario.
En esos momentos los ánimos de las barras cambiaron. Los opositores empezaron a festejar con gritos y pitos, mientras que en el lado de los seguidores se vieron a personas llorando. Se tomaban la cabeza y señalaban con los dedos a los medios de comunicación que estaban presentes.
Lorena Gutiérrez era una de las personas que apoyaban al vicepresidente. Brevemente dijo que no es justo que les hayan traicionado de esa forma, refiriéndose al presidente Lenín Moreno.
“Nuestro vicepresidente es inocente, no hay pruebas, lo único que nos ha dado son obras“, señaló. Otro hombre con una pancarta, quien no quiso identificarse, dijo que en la Revolución Ciudadana no hay “ladrones” y lamentó la decisión del juez. “Ahora los honestos van a la cárcel y los corruptos de toda la vida, bien gracias”, señaló y de inmediato empezó a gritar “Glas inocente, Glas inocente”.
En tanto, los ciudadanos que estaban festejando seguían repitiendo gritos como “preso Glas y Correa va detrás”.
Fabricio Loor era uno de ellos. El hombre de 37 años cargaba una caja que simbolizaba una urna electoral. “Pensaron que ganando iban a poder ocultar toda la corrupción del gobierno anterior, pero no. Esta es una victoria de todos quienes hemos reclamado en las calles cómo se despilfarro el dinero del país por 10 años”, dijo.
Eduardo Moncayo opinó algo similar. Él tenía una bandera tricolor en sus manos y dijo que “la justicia tarde pero llega y eso ha pasado hoy. Ojalá las autoridades sigan metiendo a la cárcel a todos los que aceptaron coimas a cambio de vender al país”.