Siete puntos tiene el acuerdo entre Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos

Nicolás Maduro (der.) saludó a niños ecuatorianos a su arribo al Palacio de Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO.

Nicolás Maduro (der.) saludó a niños ecuatorianos a su arribo al Palacio de Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO.

De izquierda a derecha: Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Tabaré Vásquez, de Uruguay; Rafael Correa, de Ecuador y Juan Manuel Santos de Colombia. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

La reunión entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro tuvo buenos resultados.

Luego de un diálogo en el Palacio de Carondelet, que se extendió por cinco horas, el presidente Rafael Correa dio la buena nueva: ambos jefes de Estado se comprometieron a construir un acuerdo bilateral para solucionar los problemas de la frontera y coincidieron en la importancia de fortalecer el diálogo.

Entre los acuerdos logrados se estableció el retorno inmediato de los respectivos embajadores a Caracas y Bogotá así como reunir a los equipos de ministros de ambos países para tratar temas sensibles –la primera reunión será el miércoles 23 en Caracas- y la progresiva normalización de la frontera.

Correa contó que en este encuentro los Jefes de Estado reconocieron la importancia de los mecanismos regionales de unidad como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).

Reafirmaron los lazos históricos y la vecindad geográfica reconociendo la importancia de cada país para desarrollar su propio modelo político jurídico económico y social.

“Ha sido una reunión franca y clara, una reunión en medio de un clima de hermandad. Hoy triunfó la sensatez el diálogo y la paz”, fueron las palabras con la que Maduro evaluó el encuentro. Aunque confesó que la reunión no estuvo exenta de complejidades y dificultades por los temas delicados y sensibles, pero que al final lo superaron con voluntad política. “No hay cabida para el odio, la intolerancia ni para el revanchismo, la única cabida que hay es para el diálogo la hermandad y la superación de los problemas”.

Por su parte, el presidente colombiano agradeció a Rafael Correa y Tabaré Vázquez por su disposición para facilitar el acercamiento. Recordó que el 10 de agosto del 2010 se reunió con los entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez y canciller Maduro. Ahí dijeron que tiene dos modelos de desarrollo distintos pero que pueden respetar sus diferencias y trabajar sobre objetivos comunes y uno de ellos es la paz.

“Aquí primó la sensatez, fue un diálogo sereno, respetuoso y productivo y me complace restablecer el diálogo con Venezuela porque cuando dos mandatarios tiene diferencias, quienes sufren son los pueblos”.

Santos reconoció que las bandas criminales y las mafias están incrustadas en la frontera y aprovechan las diferencias para cometer sus delitos y dijo que juntos deberán enfrentarlos. “Nos une la lucha contra las bandas criminales, el narcotráfico, el contrabando y la ilegalidad y nos une el propósito de llevar bienestar a los habitantes de la frontera”.

Por la mañana, al llegar a Quito, las actuaciones protocolarias fueron diferentes entre Maduro y Santos. En el aeropuerto, Maduro saludó con la gente, aceptó de una mujer un bastón de mando y durante siete minutos habló para los medios de comunicación. Santos, en cambio, no brindó declaraciones.

Nicolás Maduro (der.) saludó a niños ecuatorianos a su arribo al Palacio de Carondelet. Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO.

También fue distinto lo ocurrido en la Plaza Grande. Maduro fue recibido a las 13:24 en medio de cánticos revolucionarios entonados por simpatizantes del Gobierno. No hubo la misma algarabía para Santos. Al momento del saludo protocolario, no solo salió a recibirlo Correa, sino también Vázquez, quien, en cambio, no salió a recibir a Maduro. Periodistas venezolanos y colombianos comentaban que la relación entre Maduro y Vázquez se enfrió luego de que el Mandatario venezolano no respondiera, aparentemente, los llamados telefónicos de su homólogo uruguayo.

Los acuerdos

1. El retorno inmediato a Caracas y Bogotá de los respectivos embajadores.

2. Realizar una investigación de la situación de la frontera.
3. Reunir a los equipos  de ministros inmediatamente para empezar a tratar los temas sensibles de la frontera, reunión que continuará el día 23 en la ciudad de Caracas.

4. La progresiva normalización  de la frontera.

5. La coexistencia  de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país.

6. Hacer un llamado al espíritu de hermandad y la unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia.

7. Continuar trabajando con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay.

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