La Basílica de El Quinche. Foto: Archivo EL COMERCIO
La celebración de la Liturgia de la Palabra y la comunión se reanudaron en el Santuario de la Virgen de El Quinche, en medio de la emergencia sanitaria. Por la reducción del aforo vigente en la pandemia de sumaron horarios para que la comunidad pueda participar de la ceremonia.
El padre Javier Ramiro Piarpuzán, párroco y rector del Santuario de Nuestra Señora de la Presentación de El Quinche, detalló que la ceremonia se retomó este sábado 4 de julio del 2020. Recordó que la eucaristía se divide en dos partes y se retomó la primera, que se refiere a la proclamación del evangelio.
La reanudación tuvo la autorización previa del COE Nacional y del arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza.
En el santuario del Distrito Metropolitano, el aforo total es de 420 personas. Sin embargo, indicó el Párroco, actualmente está habilitado menos del 30%, por seguridad.
Las celebraciones se llevan a cabo de lunes a sábado, a las 09:00, 11:00 y 15:00. El domingo, es cada dos horas, empezando desde las 07:00.
Este domingo, a la primera jornada, asistieron unas 30 personas y para la segunda estuvo un número similar.
La celebración religiosa no dura más de 25 minutos y la comunión se otorga y recibe guardando distancia, en la mano. El sacerdote y el feligrés estiran los brazos y se omite la frase “el cuerpo de Cristo” y la respuesta del fiel, “amén”.
Las confesiones también están habilitadas, en un espacio abierto y guardando distancia. Hay seis sacerdotes y no se requiere cita previa.
En el Santuario, al igual que en el resto de templos de la capital, están activas medidas de bioseguridad, como la toma de temperatura y desinfección en el ingreso. El Padre alude a que, en principio, la tarea estaba a cargo de voluntarios de la parroquia. Sin embargo, optaron por contratar ocho personas, de entre 22 y 26 años. Lo hicieron por resguardar la seguridad de los fieles.
El Sacerdote añadió que la reanudación de la celebración eucarística completa dependerá de la decisión del COE Nacional y será acogida por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.