Católicos en El Salvador participan en la beatificación de monseñor Óscar Romero. Foto: Rodrigo Arangua / AFP
¿Quién es Óscar Arnulfo Romero, el sacerdote cuya ceremonia de beatificación este sábado 23 de mayo del 2015 ameritó una delegación oficial ecuatoriana, presidida por el presidente Rafael Correa y 10 personas más?
Romero es uno de los sacerdotes preferidos de la izquierda cristina en los años 70 y 80. Pero en ese tiempo la izquierda era marxista y pocos podían entender y aún menos vivir una fe que conciliaba marxismo con Evangelio, como sí lo hizo el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal o el colombiano Camilo Torres.
Ambos formaron filas en las guerrillas de su país: Cardenal se unió al Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN) y Camilo Torres al Ejército de Liberación Nacional. Cardenal sigue vivo, alejado de del FSLN, y fue más un embajador de la causa sandinista. Torres en cambio era un combatiente y murió el 15 de febrero de 1966, a los 37 años.
Hubo muchas más figuras eclesiásticas que forman parte de esta corriente llamada Teología de la Liberación, que tenía como fundamentos la opción preferencial por los pobres y una evangelización desde, de y para los pobres, y consideraba al capitalismo como un sistema de pecado porque dejaba a la mayoría de las personas, hechas a imagen y semejanza de Dios, en la pobreza.
Algunos de ellos son los teólogos Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff. Está el argentino Carlos Mugica, quien se distanció y criticó a la cúpula de la guerrilla peronista Montoneros, que, por su parte, lo condenó como “enemigo de la revolución”. Mugica fue asesinado 43 días después, el 11 de mayo de 1974, luego de dar misa. Algunos culpan a los montoneros, pero las investigaciones se orientan más al plan de la Alianza Anticomunista Argentina, la Triple A, para minar el interior de la izquierda peronista.
En Ecuador estuvo Monseñor Leonidas Proaño, obispo de Riobamba y que aún hoy los indígenas recuerdan cuando se cumplirán 27 años de su fallecimiento, el 31 de agosto de 1988.
Pero en el martirologio católico latinoamericano, quizá ningún sacerdote será tan venerado como Romero porque su asesinato a causa de la fe católica y en contra de los abusos del Estado, ocurrió además durante la Semana Santa. El Domingo de Ramos, monseñor Romero dio una de las homilías más fuertes en contra del abuso del Gobierno en contra de la gente. ¿Qué dijo Romero?
“Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del Ejército, y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la Policía, de los cuarteles. Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe de prevalecer la ley de Dios que dice ‘No matar’. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado.
“La iglesia defensora de los derechos de Dios, de la ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuoso, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios, cese la represión.
Al día siguiente, el 24 de marzo de 1980, un francotirador lo disparó cuando daba la misma en la capilla del hospital de La Divina Providencia.