El viceministro de Educación, Álvaro Sáenz, dijo que 130 000 personas se han inscrito en el programa para terminar el bachillerato. Foto: Paula Merchan/ EL COMERCIO
La clase empieza a la 07:00, los sábados, como el de hoy, 13 de enero del 2018. Pero el día de Marta Andrade comienza antes de las 04:00, cuando se despierta para tomar un bus a Quito. Ella vive en Playa Chica, un recinto al noroccidente de la capital, a unas tres horas de distancia.
Tiene 54 años y su mayor sueño es terminar la escuela y el colegio. El primer paso es aprender a leer y a escribir. Por eso se inscribió en el programa ‘Todos ABC’, implementado por el Ministerio de Educación.
No estudió a tiempo porque sus padres no tuvieron los recursos necesarios. Para ella, volver a empezar no es nada fácil. “Es difícil sí, pero hay algo que adentro de mí se me viene como una corriente”, dice emocionada y cuenta que su plan es convertirse en chef.
Hay miles de casos como el de Marta. Algunos son jóvenes y otros de la tercera edad. Así se puede cotejar en el aula donde ella recibe la clase presencial semanal, en el Colegio Nacional Andrés Bello, ubicado en la avenida De La Prensa y Pablo Picasso. El menor de los estudiantes tiene 16 años y el mayor, 65.
La clase es dinámica, hay momentos de concentración y otras de risa, cuando la maestra explica con ejemplos graciosos.
Las clases para los jóvenes y personas de la tercera edad, que desean culminar el bachillerato, se imparten de forma semipresencial semanal. Foto: Paula Merchan/ EL COMERCIO
El año escolar se inició en septiembre del 2017 y se inscribieron 130 mil personas. Hay cinco millones de adultos que no han terminado su bachillerato, según el viceministro de Educación, Álvaro Sáenz.
“El programa pretende cumplir con el derecho de los ecuatorianos y ecuatorianas que es estudiar hasta el bachillerato”, explicó Sáenz. El funcionario dijo que no se trata de “paternalismo”, sino de responsabilizar a los estudiantes de sus propia formación; por ello, el sistema es semipresencial, pues asisten a clases una vez a la semana y el resto de días deben estudiar en sus casas.
‘Todos ABC’ no pretende solamente que las personas aprendan a leer y a escribir. “No es esa idea precaria de alfabetizar, sino de culminar el bachillerato”, señaló el Viceministro.
Asimismo, aclaró que el Ministerio de Educación flexibilizó el sistema anterior de educación compensatoria. “Antes era rígido: asistían en días de clase, en horarios de clase, solo cuando podían los profesores formales. Se aceptaba solamente hasta los 29 años”, explicó Sáenz. Ahora no hay límite de edad y se estudia los fines de semana.
Las clases terminan a las 15:00. Y todos se van con tarea a la casa. Susana López, la docente de este grupo, asegura que todos están motivados. Y es ella quien se encarga de que eso suceda, pues constantemente los anima a seguir adelante. “Ustedes son especiales. Todos aprendemos de todo, el maestro del estudiante y el estudiante del maestro”, les mencionó cuando les enseñaba la representación de los números.