Entrevista Ruth Hidalgo directora de Participación Ciudadana. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Entrevista Ruth Hidalgo directora de participación ciudadana
¿Cómo avanza el proceso para el conteo rápido de la segunda vuelta?
Si el día de las elecciones no tenemos ningún inconveniente, estaremos en la capacidad de dar resultados a partir de las 20:00. Cuando nuestra muestra matemática se estabilice. Usualmente, eso ocurre con el 85% de datos.
¿Cuántos voluntarios participarán esta vez?
En la primera vuelta tuvimos 10 500 voluntarios, por la cantidad de papeletas que había. Se escogían Presidente y Vicepresidente, parlamentarios andinos, asambleístas nacionales y provinciales. Esta vez solo hay una papeleta y se desplegarán 2 000 voluntarios. La muestra matemática será la misma y el margen de error será inferior al 1%.
¿Cómo lograron movilizar y comprometer a ese número de voluntarios?
Trabajamos en el país desde el 2002. Desde entonces levantamos una fuerza de voluntarios con coordinaciones en cada provincia. Estos coordinadores están insertos en actividades permanentes, como empoderamiento, veedurías, mecanismo de participación, rendición de cuentas, transparencia, campañas cívicas. Cuando hay un proceso electoral esta fuerza se activa.
¿Cómo se logra coordinar a 10 500 personas?
Nuestro proceso de reclutamiento para las elecciones de este año se inició en marzo del año pasado. Desde entonces, hemos desarrollado 125 talleres de capacitación. En cada actividad, el contingente ha sido el nuestro. El equipo técnico de Participación hace los materiales, los actualiza, ejecuta un mapeo. Mover eso es un proceso costoso, que sin el voluntariado sería imposible.
¿De cuánto hablamos?
Al menos unos USD 650 000, considerando que gane solamente USD 60 por día el voluntario, en las elecciones. Ellos deben estar antes de las 07:00 para constatar la instalación de mesa y deben quedarse hasta después del conteo, para registrar las actas.
¿Quién financia Participación Ciudadana?
Al ser organización no gubernamental concursamos por fondos cuando podemos y cuando hay concursos. Desafortunadamente, esos concursos cada vez son menos, porque la cooperación está en crisis. Muchos organismos ya no están. Ahora hemos ido a las embajadas, cámaras. No son fondos grandes, pero nos ayudan muchísimo. También tenemos proyectos propios con los que se financia al personal base.
¿Qué importancia tiene el financiamiento de este tipo de iniciativas?
Hay grupos, no solo el nuestro, que contribuyen con la democracia a través de la transparencia. Es un valor cívico que a todos nos interesa. Aporta a la confianza en el país, lo que incluso puede verse reflejado en una seguridad jurídica, clave para atraer inversión, trabajo, productividad. Quizá sea un buen momento para comenzar a hablar de una responsabilidad social en democracia, de los grupos o empresas.
Casi no hubo diferencia entre los resultados de Participación y del CNE en la primera vuelta, ¿cómo se logró?
No es la primera vez. En el 2013 tuvimos el 0,5% de margen de error. Y nos hemos mantenido dentro de ese umbral. Es un trabajo absolutamente técnico. El corazón de esta asertividad está en la muestra matemática que usamos. Es precisa porque está perfectamente balanceada.
¿A qué se refiere?
No todas las 24 provincias del Ecuador tienen el mismo peso en número de habitantes. Para hacer una muestra precisa que le asegure resultados con un mínimo margen de error se necesita que la muestra refleje eso. Además, hemos desarrollado un software que corre dos metodologías: D’Hondt y Webster, que en la primera vuelta sirvió para determinar qué asambleístas lograban una curul. Nosotros estuvimos en la capacidad de dar con nombres los resultados, dentro del margen de error.
¿Por qué no se pudo aplicar la metodología con los asambleístas del exterior?
Hacer veeduría en el exterior es un proceso extremadamente caro. Si bien en el exterior la muestra iba a ser más pequeña, de unas 150 personas, era necesario ubicar y mapear a esa gente. Ir a capacitarla. Esos talleres no se pueden hacer en línea o con videos tutoriales. Se necesita el contacto directo con los voluntarios, para concienciarlos sobre la importancia de lo que van a hacer. Además, debíamos tener un centro de acopio y transmisión de datos. El tema económico nos limitó.
¿Qué líos tuvieron en la primera vuelta?
Hubo un problema de comunicación entre el CNE y ciertos jefes de recinto. Voluntarios no pudieron entrar o fueron desalojados. Luego tuvimos contacto directo con el Presidente del CNE y nos ayudaron. Con él, personalmente, pudimos superar la situación.
¿Qué garantías da el CNE para la segunda vuelta?
Nos reunimos la semana pasada con el CNE. Nos manifestaron total apoyo. Tendremos una persona de contacto asignada si hay algún problema que resolver.
¿Quién puso candados en el edificio del ‘call center’ de Participación Ciudadana el día de los comicios en la primera vuelta?
Aún es confuso lo que pasó. El dueño del edificio donde arrendamos puso una denuncia en la Fiscalía para que se investigue qué fue lo que ocurrió. No había cámaras y justo cuando ocurrió, el guardia no estuvo en el sitio.
Hoja de Vida
Es doctora en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica. Se especializó en Derecho Administrativo y Control Parlamentario, otorgado por el Instituto Internacional de Administración Pública (IAP) en París, Francia.
Considera que es momento de hablar en el Ecuador de una responsabilidad social en democracia, con los grupos económicos y empresas que podrían impulsar y apoyar proyectos no gubernamentales.