La Ruta Viva incidió en cinco vías urbanas

En el exredondel de El Ciclista, se forman largas filas de vehículos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

En el exredondel de El Ciclista, se forman largas filas de vehículos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

En el exredondel de El Ciclista, se forman largas filas de vehículos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.

La habilitación total de la Ruta Viva (12,9 km) generó cambios en el tránsito en su conexión con el norte y noreste de Quito. En cinco vías ubicadas en estos dos sectores se registran modificaciones en los flujos vehiculares con la apertura de esta vía directa al Aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela.

De estas, en tres aumentó la congestión durante las horas pico. Estas son: el intercambiador de la av. Simón Bolívar (entrada a la Ruta Viva), la conexión con la Interoceánica, la av. De los Conquistadores, la av. De las Palmeras (desde el redondel de La Lira), y el exredondel de El Ciclista.

En un recorrido realizado por este Diario se constató esta situación. En estas vías, la mayor carga vehicular se observó entre las 07:00 y las 09:00; en especial, de los vehículos que van hacia el norte de la urbe.

Diariamente, desde Cumbayá y Tumbaco se registran
78 537 viajes hasta el hipercentro. Esta cifra corresponde a automotores de transporte público y privado. Una de las vías en las que se concentran los automotores es el exredondel de El Ciclista, en sentido sur- norte. Aquí llegan vehículos que vienen, por ejemplo, de Tumbaco y tienen como destino el norte de Quito: Iñaquito, Jipijapa, La Y, entre otras zonas.

Jéssica Carrasco, de 45 años, vive en el centro de Cumbayá. Cada mañana, sale a Quito a su trabajo en la av. 6 de Diciembre, hacia el norte del Estadio Atahualpa. Antes, transitaba por la Interoceánica; ahora, lo hace por la Ruta Viva. Sin embargo, el tránsito la atrapa en este sitio: una larga fila suma cerca de 80 vehículos. Le toma cerca de 20 minutos alcanzar la av. 6 de Diciembre; sin embargo reconoce que llega más rápido.

Juan Iñiga, habitante de La Morita, sale de su casa a las 06:30, ya que trabaja en el sector de El Batán. En su caso, evita pasar por la Interoceánica. Los primeros días de apertura de la Ruta Vía, esta estrategia le resultó positiva. Sin embargo, ahora, ve mayor cantidad de vehículos, especialmente cuando toma la av. Simón Bolívar hacia el norte.

La Agencia Metropolitana de Tránsito retiró unas “vallas” para facilitar el tránsito. Además, unos 200 metros antes de la intersección retiró un juego de semáforos y se cerró el parterre para eliminar el giro en U.

Dos vías más, alteradas

En otra de las conexiones vinculadas con la Ruta Viva, el tránsito se incrementó. En la calle De los Conquistadores, los vehículos se “atorar” a partir de las 07:30. Esto se evidencia en ambos sentidos (subida y bajada). Clemencia Cono, quien vive en Miravalle, utiliza esta vía como alternativa para llegar hasta el centro norte de la ciudad, La Floresta.

Lo mismo se observa en la av. De las Palmeras, desde El Inca hasta el redondel de La Lira, las largas filas se intensifican a partir de las 07:00. Los conductores se demoran hasta 25 minutos en cruzar este tramo.

También, con la apertura de esta ruta, en la Interoceánica hay menor tránsito vehicular. Por esta vía circulaban unos 40 000 vehículos, al día. Según estimaciones municipales se esperaba que baje a la mitad; es decir, a 20 000 vehículos.

Los automotores que mantienen su recorrido son los buses de las cinco operadoras de transporte público que dan servicio a las parroquias rurales de Cumbayá, Tumbaco, Puembo, Pifo... Las unidades circulan por la Interoceánica hasta el cruce con la Simón Bolívar, por donde toman hacia su destino, la estación Río Coca.

Guillermo Abad, director de Justicia Vial, asegura que la habilitación de vías como la Ruta Viva alivia tramos conflictivos, pero, también incide en otros segmentos y en otras vías. Por esta razón, propone que se ejecuten estudios relacionados con los puntos de congestión y de carga vehicular, en un determinado sector, para que se den soluciones rápidas. Así se determinará si algunas vías requieren reestructuración vial.

Mientras tanto, los conductores deben “medir” los tiempos que les representa transitar por estas conexiones viales con el norte de Quito.

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