La parada de los buses de la Cooperativa San Carlos, de los Dos Puentes, se trasladó más al sur: a La Magdalena. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Los usuarios de cinco líneas de transporte público, que confluyen en el sur, se ajustan a los cambios hechos en estas rutas.
Desde esta semana, los buses que salían desde Los Dos Puentes hacia el estadio de la Liga, Atucucho, La Roldós; y las líneas del Corredor Sur Occidental: Chilibulo y del Trole: La Forestal tienen como destino la estación de La Magdalena, ubicada en la avenida 5 de Junio y Rodrigo de Chávez.
En esta infraestructura, que es parte de la estación multimodal del Metro, se cuenta con dos plataformas. La primera, que está cerca de la puerta de ingreso, es para las líneas que se dirigen a Chilibulo, en el suroccidente, y La Forestal, en el suroriente. La otra es para los buses convencionales que van hacia el norte: estadio de la Liga, Atucucho, La Roldós.
Los usuarios de estas unidades aguardan de pie o, si están disponibles, sentados en bancas de cemento. Para cada línea se forman filas diferenciadas, según el rótulo de la ruta.
Rosa Lucas, usuaria de la línea La Roldós, comentó que ahora es más ordenado el servicio. En la parada antigua, en la Necochea y Miller, recordó que la gente empujaba para ingresar a las unidades. “Las instalaciones están bien, pero se requiere que se incorporen más buses”.
Lucas esperó, ayer, más de 10 minutos para abordar un automotor. Eran las 06:50 y estaba impaciente, porque debía llegar a su destino a las 08:00.
La Cooperativa San Carlos, a cargo de las tres rutas que van al norte, opera con 54 unidades. Para las líneas La Forestal y Chilibulo se cuenta con 14 buses, con puertas a ambos lados.
La cantidad de automotores y la frecuencia (tiempo de salida) están sujetas a cambios. Alexandra Pérez, gerenta de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros Quito (Epmtpq) a cargo de la administración de la Estación de La Magdalena, informó mediante un comunicado que se harán los ajustes necesarios para optimizar el servicio.
La oferta de transporte público, en la superficie de esta estación, funciona desde el pasado domingo. Las personas que llegan por primera vez al lugar deben, en la mayoría de casos, solicitar ayuda para orientarse.
Gabriela Borja, moradora de la Villa Flora y usuaria de este servicio, comentó que en la entrada no encontró información sobre la boletería ni las rutas. Tuvo que preguntar a otros pasajeros para llegar a la parada de La Forestal.
A diferencia de las estaciones del Trolebús, Ecovía o Corredores, en la nueva estación no se requiere pagar el pasaje al ingreso.
Los controladores cobran la tarifa cuando la gente sube a los buses y, en las líneas de La Forestal y Chilibulo, advierten a las personas para que conserven el tique.
El boleto que tiene un sello con la palabra integración sirve para conectarse con el Corredor Sur Occidental, Sur Oriental y Trole, sin pagar una tarifa adicional. Para acceder a este beneficio, los usuarios deben hacer ‘escala’ en otras paradas del sistema integrado de transporte.
Para utilizar el Trole la gente debe desembarcar en la Villa Flora e ingresar a la parada. La Ecovía se aborda en Chimbacalle. Al Corredor Sur Occidental se accede tomando la línea Chilibulo y bajándose en la parada La Magdalena, ubicada en la avenida Mariscal Sucre.
En los primeros días, cuando empezaron a operar las unidades desde La Magdalena, los pasajeros se confundían con toda esta información. Tampoco estaban familiarizados con las paradas, comentó Miguel Medina, controlador. “Se requiere difundir las rutas”.
En promedio, en esta estación se movilizan a 10 000 usuarios, diariamente. En el sistema Trolebús se transportan a 275 000 personas.
Para Juan Francisco Arias, especialista en Movilidad, esta realidad refleja que la estación de La Magdalena está siendo subutilizada. “La construcción de esta infraestructura fue concebida para atender a un flujo considerable de personas que se iban a bajar del Metro. Actualmente, en este sitio no arriba ninguno medio de transporte masivo”.
Los accesos a la parte subterránea donde funcionará el Metro, por ahora se encuentran cubiertos con lonas y protegidos con barandas metálicas. El edificio administrativo tampoco está funcionando.