La cabina del Orion P3 tiene computadoras para registrar datos envuelos de vigilancia. Foto: EFE
La ruta marítima para el envío de cocaína de Ecuador a Centroamérica y Norteamérica aún es la más usada por los carteles de droga. Lanchas rápidas o ‘go fast’, barcos pesqueros con doble fondo y barcos medianos atuneros son los medios que usan los narcotraficantes para sacar el alcaloide.
¿Por qué no se ha podido controlar este fenómeno? La Dirección Antidrogas dice que Ecuador tenía una debilidad en comparación con países como Panamá y Colombia.
Se refiere a que esas naciones operan con aviones como el Orion P3, que el miércoles llegó a Guayaquil. Ahora, esa aeronave monitoreará las actividades ilícitas en el mar.
Según agentes, esa debilidad hace que los narcos que procesan la cocaína en las regiones de Tumaco y Nariño (Colombia), transporten la carga ilegal por la frontera norte hasta llegar a Esmeraldas y Manabí.
En pequeñas cabañas de caña y caletas de tierra se acopia el producto ilegal, hasta ser embarcado en lanchas pesqueras o lanchas rápidas para su envío a Panamá y Guatemala. Allí traspasan el alcaloide a embarcaciones extrajeras y continúan a México y EE.UU.
Este es solo un corredor que usan los narcos. Otro es: Ecuador – Panamá – México.
Pero también están los siguientes: Ecuador – Guatemala – México – EE.UU. y Ecuador – Costa Rica – México – EE.UU.
Todos bordean las islas Galápagos por temor a los guardacostas estadounidenses en Colombia y Panamá.
El avión Orión P3 posee radares que pueden identificar embarcaciones pequeñas o grandes que están bajo sospecha de llevar cargamentos de droga, químicos y hasta personas sin documentos.
Un agente encubierto de la Unidad de Inteligencia Antinarcóticos (UIAN) asegura que a lo largo del océano Pacífico no solo opera el Orion P3 para combatir el crimen transnacional. También hay ocho aviones estadounidenses más con autonomía para aterrizar en Colombia, Panamá, Costa Rica, México. Las aeronaves tienen una capacidad de vuelo de 8 a 16 horas. La ruta de exploración es más amplia y detecta desde embarcaciones artesanales pesqueras hasta semisumergibles ilegales.
En el caso ecuatoriano, el avión tiene permiso para aterrizar y despegar desde la Base Aérea Simón Bolívar, en Guayaquil. Allí coordinará los vuelos que ejecutarán de forma periódica con base en la información de Inteligencia.
De enero al 6 de septiembre del 2018, Antinarcóticos se incautó en altamar de 6 toneladas de droga, mientras que en los puertos marítimos del país fueron halladas 9,5 toneladas de narcóticos.
Cada lancha ‘go fast’ tiene capacidad para transportar entre 3 y 4 toneladas de cocaína. No siempre salen repletas, pero jamás llevan menos de 1 tonelada. Los barcos pesqueros, en cambio, son usados para abastecer de combustible a las lanchas rápidas.
Según la UIAN, las ‘go fast’ salen desde Tumaco y esperan cerca de Galápagos para ser abastecidas de combustible. Los barcos pesqueros llegan a ese punto con dos o tres canecas de gasolina para recargarlas y puedan continuar el viaje con la droga.
Otras lanchas rápidas han sido modificadas para autorrecargarse de combustible, pues los técnicos que trabajan para las bandas colocan dos tanques adicionales conectados a un sistema de bombeo y mangueras que llegan al motor.
Un informe entregado por el Ministerio del Interior señala que las redes narcodelitivas buscan generar en Ecuador “nuevas redes logísticas y operativas a lo largo de las provincias fronterizas y costeras”.
Sus medios incluyen la “complicidad y generación de mecanismos de protección o amenaza a ecuatorianos que colindan en la frontera”, así como el “pago a miembros de fuerzas armadas, policiales y de aduanas para el cometimiento de sus ilícitos”.