Cuando vio la formación de un tornado en el horizonte, el pasado martes (29 de agosto del 2017) a la tarde, se detuvo un momento a apreciar el fenómeno. El habitante de Sochi, Rusia, estaba lo suficientemente lejos como para ver todo con claridad, pero sin correr demasiados riesgos. Cuando se sumaron otros dos tornados, empezó a filmar, asombrado.
La sorpresa se convirtió en angustia al divisar un avión que se dirigía hacia donde estaban los gigantescos remolinos de aire. Luego se enteraría de que aterrizó con normalidad.
Quienes vivieron la situación con pánico fueron los pasajeros, que no sabían lo que podía llegar a pasarles. Muchos sacaron fotos y las publicaron luego en las redes sociales.
Los medios rusos informaron que en el transcurso del día se registraron al menos 12 tornados en los alrededores de Sochi. Como consecuencia, muchos vuelos fueron cancelados, y otros derivados hacia los aeropuertos de Anapa y Krasnodar.