Una inusual marea de viajeros llaneros se desbordó ayer (7 de agosto del 2018) de las aceras a las vías de circulación vehicular del Puente Internacional de Rumichaca. Foto: Javier Montalvo para EL COMERCIO
Los ciudadanos de Venezuela que intentan ingresar de Colombia a Ecuador por el puente de Rumichaca llevan atado a sus brazos un papel marcado con un número.
Se trata del turno que entregan a los viajeros los funcionarios de la oficina de Migración de Ecuador, para intentar ordenar la inusual congestión que se formó el fin de semana último en el paso fronterizo.
A diferencia de la semana pasada, las filas con miles de personas en Rumichaca se desbordaron de las aceras a las vías, dificultando incluso, por momentos, el tránsito vehicular entre los dos países.
Se calcula que en los días pasados se realizaban aproximadamente 3 000 trámites de ingresos de extranjeros en las 10 ventanillas de la dependencia ecuatoriana, según las autoridades. En el lado colombiano sucede algo parecido.
Sin embargo, la cantidad se disparó el sábado y domingo (4 y 5 de agosto del 2018) luego de que corriera el rumor sobre un posible cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela, una vez que Iván Duque, nuevo presidente colombiano, asumiera sus funciones. El Mandatario se posesionó ayer, martes 7 de agosto en la tarde.
Ese comentario, que no ha sido oficializado, congestionó aún más el puente de Rumichaca la mañana de ayer, donde había miles de personas. Así comentan los propietarios de los negocios de la frontera.
En las primeras horas del día aproximadamente 10 000 personas aguardaban para realizar trámites migratorios, según información del noticiero radial Caracol, de Colombia.
Itamar Rodríguez, viceministro de Atención y Salud Integral de Ecuador, quien estuvo en el lugar, confirmó que prácticamente se duplicó en el lugar la presencia de viajeros, especialmente venezolanos.
Para atenderlos se instaló una unidad móvil, que fue trasladada desde Imbabura para asistir a los pacientes crónicos o con enfermedades graves.
Además, se mantienen carpas de vacunación, que atienden diariamente entre 150 y 180 menores de 10 años, con dosis contra enfermedades como sarampión, rubeola y paperas.
Adicionalmente, se habilitó un puesto de emergencia con una ambulancia. Hasta el mediodía de ayer fueron trasladadas dos personas al hospital Luis G. Dávila de Tulcán, con diferentes dolencias.
Según Rodríguez, las enfermedades más comunes son las digestivas, respiratorias y deshidratación, debido a los desplazamientos prolongados a los que se someten estos viajeros que abandonaron su país.
Algunos, como Mauricio Palacio, aseguran que cruzaron a Colombia caminando durante 20 días, por la falta de dinero.
Aunque ha pasado cinco días en Rumichaca espera avanzar hasta Lima, en Perú.
Mientras unos descansan en los pasillos y aceras, junto al viaducto internacional, otros cuidan su puesto en la fila.
“Mi turno es el 11 360 y recién van en el 6 000”, comentaba Alvín Gil, uno de los inmigrantes. Él llegó el domingo último a la frontera colombo-ecuatoriana. Antes de las 12:00 de ayer, concluyó el trámite migratorio en las oficinas de Colombia e iniciaba el ‘papeleo’ en Ecuador.
Lo que más le incomoda es haber dormido tres días a la intemperie, como lo hacen muchos de sus compatriotas. Pero no tiene otra opción ante la falta de recursos para el viaje.
El puente de Rumichaca es ahora la principal puerta de entrada de los venezolanos al país. De los 288 005 que llegaron el año anterior, 227 810 lo hicieron por este ingreso.
La cifra contrasta con los 31 128 llaneros que arribaron en el 2010. Por este paso entraron en ese año 2 202 y el resto fue, especialmente, por los aeropuertos de Quito y Guayaquil, según el Ministerio del Interior.
En contexto
El éxodo de los venezolanos por el paso internacional entre Ecuador y Colombia se incrementó en el 2016. Los viajeros se quedan en el país, pero también viajan hacia la frontera con Perú para instalarse ahí o continuar el periplo hacia Chile.