Los detalles fueron precisos. Conocían dónde trabajan, cuántos hijos tenían, dónde estudiaban y el lugar de su residencia.
Estos datos hicieron que la empleada de Paulina C. creyera que el hombre y la mujer que la llamaron conocían a sus jefes.
Por eso, luego de escuchar a los dos y enterarse que supuestamente les iban a embargar la casa, la trabajadora se alarmó e hizo todo lo que los dos desconocidos le dijeron. En menos de una hora entregó una computadora portátil, una tableta, joyas y dinero en efectivo.
En total, los desconocidos se llevaron USD 4 000 y supuestamente eso serviría para evitar que el banco embargara la vivienda de Paulina. Todo era falso. Los dueños de la casa llegaron con las fundas de compras y la empleada se sorprendió al saber que no había tal embargo. Lo único que dijo fue: “Señora me engañaron”.
Entre gritos y llanto, la mujer contó que a media mañana, mientras cocinaba, recibió una llamada de un hombre y detalló cómo se perpetró el robo.
Esto sucedió hace 24 días en Carcelén, un barrio del norte de Quito. Pero Paulina aún vive con miedo. Ella recuerda que ese día era el cumpleaños de su hijo y tenía planificado hacerle una comida.
Eso no sucedió. Los planes cambiaron. En ese momento llamó a la Policía y denunció el robo. La mujer también cree que su empleada tuvo algo que ver y por eso la despidió. Hasta ahora la extrabajadora jura que no tiene ningún vínculo con los sospechosos del ataque.
Los agentes comenzaron a alertar de estos hechos a los vecinos de conjuntos residenciales. Ellos conocen este tipo de robos y los han indagado.
Las investigaciones revelaron que se trata de bandas organizadas que están conformadas por cuatro o más personas.
Son hombres que estudian a sus víctimas por redes sociales y páginas de Internet. Una vez que conocen los movimientos de los dueños de las casas se aprovechan de las amas de casa para persuadirles mediante llamadas falsas. El argumento puede ser distinto pero el objetivo siempre es el mismo.
Según datos de la Fiscalía, el robo a estos inmuebles se incrementó este año a escala nacional. Hasta mayo, en el país se reportaron 8 606 delitos. Es decir, 636 robos más que en el mismo período del 2014. En ese año hubo 7 970 delitos.
Además, en Pichincha las denuncias por robo a viviendas se elevaron: 1 913 hechos en cinco meses del 2015 y 1 524 de enero a mayo del año pasado.
Pero no solo en Carcelén hay alarma por este tipo de delitos.
Otra zona de incidencia es el Condado. Una empleada incluso entregó una pequeña caja fuerte con dinero, pues los sospechosos dijeron que debía entregarlo de inmediato porque sus jefes tienen problemas con la justicia y que podían embargar bienes.
Carcelén y El Condado son barrios que están dentro de la Administración Zonal La Delicia. Allí se han reportado esta clase de robo: siete desde abril.
Según el Observatorio Metropolitano de Seguridad, el año pasado esa Administración Zonal fue la segunda en donde más robos a casas hubo. Allí se registró el 19% de todos los robos a viviendas en Quito. Solo superado por la Administración Zonal Norte (21%).
Pablo Rodríguez es jefe de la Policía de La Delicia y dice que las víctimas con frecuencia son personas con buen poder adquisitivo. Hace dos semanas, la empleada de Isabel también fue víctima del engaño.
A ella le dijeron que sus jefes necesitaban las cosas más valiosas para pagar la deuda con un banco. La mujer contó a los policías que recibió una llamada en horas de la mañana a su celular. En ese momento le dijeron que los teléfonos estaban intervenidos, por lo que debía borrar los números de celular del cual le hablaban. De esta manera evitan ser rastreados.
En esa ocasión, la mujer entregó electrónicos, joyas y dinero. Sus empleadores denunciaron el hecho a la Policía.
Hace un mes dos extranjeros fueron detenidos en el sector de San Isidro del Inca.
Según los uniformados, los hombres ingresaron minutos antes a una vivienda. En poder de los sospechosos encontraron una computadora y herramientas caseras que utilizaban para abrir las puertas y ventanas de los inmuebles.
En abril, otras seis personas fueron detenidas en Cumbayá, en las afueras de Quito. En ese operativo los gendarmes señalaron que se trataba de una banda organizaba que atacaba a las casas del sector.
Ellos utilizaban una tenaza gigante para destruir los candados y puertas. Luego de cometer los ilícitos escapaban en un vehículo rojo, en donde se encontró USD 750, seis celulares y un bolso con más dinero.
En contexto
En el norte de Cuenca, los agentes detuvieron a una banda que aparentemente robaba casas. Los investigadores dijeron que los cuatro sospechosos fueron arrestados cuando amedrentaban con armas de fuego a los dueños de una vivienda. La indagación continúa.
NO OLVIDE
La Policía recomienda no compartir información personal como horarios, direcciones o actividades que se realiza en redes sociales.
No autorice a sus empleados que difundan datos de su familia e instrúyalos para que nunca entreguen bienes a personas extrañas.
Solicite en la UPC más cercana de su barrio el botón de seguridad. Tenga siempre a mano los números de los agentes comunitarios.
En caso de recibir llamadas de teléfonos sospechosos no borre los números de entrada; denuncie en la Fiscalía o en la Policía.