Las bandas tienen toda una red para deshacerse de cosas robadas

Los uniformados, en Quito, recorren locales comerciales populares por si hay ingreso de objetos sin facturas.Foto: EL COMERCIO

Los uniformados, en Quito, recorren locales comerciales populares por si hay ingreso de objetos sin facturas.Foto: EL COMERCIO

Los uniformados, en Quito, recorren locales comerciales populares por si hay ingreso de objetos sin facturas.Foto: EL COMERCIO

Los anuncios aparecen en Internet. Quienes los venden aseguran que son artículos de casa de “poco uso”. Para presentarlos en la Red usan frases como “de remate” o “precio de ganga”. Así llaman la atención de un potencial comprador.

La venta se concreta vía electrónica, el pago se efectúa por giros de dinero, aunque en la mayoría de casos se solicita que se cancele en efectivo. Y la entrega se hace por correo.

Los investigadores dicen que detrás de esta modalidad de compra-venta también se ocultan bandas dedicadas al robo de casas o personas que para deshacerse de los artículos sustraídos usan la Internet.

A pesar de conocer el modo de operar, los agentes señalan que los sospechosos utilizan perfiles falsos y eso les permite no ser identificados.

En el caso de los celulares, los sistemas de activación o de bloqueo ayudan en algo para rastrearlos, pero es más difícil detectar el origen ilegal cuando se ofertan licuadoras, bicicletas, joyas, equipos de sonido, televisores u otros bienes cuya procedencia es de difícil verificación.

Precisamente por estos hechos, las denuncias son mínimas. En la Fiscalía de Soluciones Rápidas de Pichincha hay solo una denuncia por este tipo de actividad ilegal en la Red.

Sin embargo, en una comparación que la Fiscalía hace entre enero y octubre del 2014 y 2015 se evidencia cómo las denuncias por robo de casas aumentaron.

La persona que presentó la queja en la Fiscalía dijo que compró un celular y que tras dos meses de uso fue bloqueado por estar reportado como robado. Cuando aquello ocurrió no supo a quién reclamar, pues toda la negociación se hizo por medio de la plataforma digital y jamás conoció físicamente al vendedor.

La Policía advierte que en el país han sido identificados tres sitios web que las bandas usan ilegalmente para comercializar enseres robados.

Esto ha hecho que una página de comercio electrónico advierta a sus usuarios que verifiquen toda la información que entregan o los datos que difunde el ofertante. Además, se pide revisar bien el registro de sus ventas y las valoraciones que realizan otros compradores.

Hace un mes, en el país se creó la Subdirección de Delitos Informáticos que desde entonces se encarga de investigar los ciberdelitos. Así lo informó el Ministerio del Interior; la entidad contará con no menos de 200 miembros de la Policía Judicial que indagarán los cibercrímenes, pues los delitos registrados en el país en la Internet también tienen que ver con grupos de pedófilos, trata de personas, contrabando y narcotráfico.

Esta Subdirección tiene un equipo de reacción para investigar los hechos y otro de inteligencia preventiva que trabaja en la búsqueda permanente en las redes y el ciberespacio para determinar los delitos que se puedan cometer.

La semana pasada, este Diario conversó con el viceministro del Interior, Diego Fuentes. Ahí confirmó que agentes que operan en la Brigada Anticriminal (BAC) han investigado a las bandas especializadas en robos de viviendas y han detectado que para deshacerse de las cosas robadas además las ofertan mediante anuncios en revistas y folletos.

“También hemos detectado que las redes sociales y páginas de venta en línea son otra modalidad de oferta. En efecto, las bandas emplean estos medios”, señala el funcionario.

Ramiro Ortega, jefe de la Brigada Antidelincuencial, dice que la precaución con la que actúan las bandas para vender lo robado les ha obligado a cambiar sus estrategias para no ser detectados en posesión de los bienes. Por ejemplo, movilizan las cosas en horas de la madrugada a través de autos pequeños o furgonetas.

Según el oficial, los miembros de las bandas que asaltan domicilios no se llevan cualquier objeto, sino que seleccionan los artículos que pueden expender. Son bienes de fácil comercialización como celulares, cámaras, radios, etc.

Según datos oficiales, entre enero el 1 de enero y el 17 de marzo de este año, en el país fueron detenidas 336 personas sospechosas. En su poder se encontraron 417 celulares, 34 tabletas, 28 laptops, 21 televisores, etc.

Los investigadores también han detectado que las bandas tienen ‘socios’ en ciudades pequeñas, a quienes envían los enseres robados “bajo pedido”. Un ejemplo es la supuesta organización que fue detenida el 13 de marzo pasado. La Policía atrapó a una red que robaba casas en Los Chillos, en Quito, y vendía los artículos en mercados situados en Ambato.

Una de estas personas que oferta objetos sustraídos dice que tiene un ‘stock’ variado de todo tipo de objetos. Desde un espejo para el baño hasta una TV de alta definición. Pero hay dos requisitos para concretar la negociación: pide un número telefónico y advierte que el pago es en efectivo. Y la transacción se concretará previa cita, que será “en otro lugar”.

En otros casos, las bandas utilizan locales que tienen objetos legalmente adquiridos o de segunda mano. Al menos en Quito, la Policía ha identificado siete puntos comerciales en donde se concreta esta forma de comercio ilegal.

Una de las características de este tipo de negocios consiste en que los vendedores únicamente ofrecen el producto, pero nunca lo tienen en percha y menos lo exhiben.

Precisamente por eso, los policías realizan controles permanentes en los mercados populares. La idea es evitar la oferta de artículos ilegales.

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