La UEES ha aplicado pruebas en la capital. Estudia el caso de la reactivación del virus en un guayaquileño. Foto: cortesía Uees
Un profesional, de 46 años, que reside en Quito, se contagió dos veces de covid-19. La primera se dio en mayo y sus síntomas fueron leves; la segunda ocurrió en julio, presentó malestar intenso, fiebre mayor a 38° C, dolor de espalda, tos y dificultad para respirar.
Esos datos constan en el estudio ‘Un caso de reinfección de SARS-CoV-2 en Ecuador’, desarrollado por científicos nacionales y publicado el 23 de noviembre en la Revista británica The Lancet.
Este es el primer reporte de reinfección analizado y divulgado en el país y en América del Sur. Lo explica Paúl Cárdenas, profesor e investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Allí se secuenció el genoma del virus, se estudió su huella, el número de variantes o familias que provocaron la enfermedad. Solo con este proceso se puede saber si se trata o no de una reinfección.
“El hombre contrajo dos variantes diferentes: B1.p9 y A1.1. Son familias comunes que circulan en Quito, Guayaquil e Imbabura”.
En el primer contagio -detalla Cárdenas- los síntomas leves aparecieron el 12 de mayo. Cuatro días después se practicó una prueba rápida de anticuerpos.
Los resultados salieron positivos para IgM y negativos para IgG. ¿Qué significa? Los anticuerpos IgM aparecen de siete a 10 días después del comienzo de la infección, pero su efecto no permanece por mucho tiempo. Y los IgG duran toda la vida.
“La primera vez no desarrolló los anticuerpos IgG. Luego, el 20 de julio sintió nuevamente los síntomas, pero con mayor intensidad; estuvo a punto de ser hospitalizado. En esta segunda vez sí se formaron ambos”.
El caso de este residente de Quito, que ya está recuperado, no es el único que se estudia en el país. Los investigadores analizan dos más: una reactivación o persistencia del virus en un paciente de Guayaquil; y otra reinfección de una persona en Tena.
Fernando Espinoza, director general de Investigación de la U. Espíritu Santo (UESS), de Guayaquil, está a cargo del estudio de reactivación. A diferencia de la reinfección, los síntomas surgen y son provocados por la misma variante del virus.
“Este patógeno se quedó detenido en una de las células del cuerpo. Es algo similar a lo que pasa con el VIH que permanece ‘dormido’ por un tiempo y luego aparece determinado malestar”.
Este caso -cuenta Espinoza- se detectó en Guayaquil, la segunda ciudad con más positivos. Se trata de un médico de entre 30 y 35 años que presentó este mal en abril. Tuvo sintomatología leve.
Las molestias volvieron tres meses después. “Hicimos una secuenciación y se determinó que la información de las dos variantes era parecida.
Científicamente es el mismo virus, por lo que se trata de una reactivación”.
Una de las novedades -cuenta Espinoza- es que el patógeno fue encontrado en los testículos. “Hicimos unas pruebas del semen y se encuentra latente allí”. Este diagnóstico ya está en revisión por expertos de la Revista Nature (Reino Unido) y se espera la confirmación para su publicación.
Sobre el reinfectado en Tena –cuenta Cárdenas- se habría contagiado con dos variantes diferentes. En ambas no desarrolló síntomas graves; hubo molestias menores. “La investigación sigue con los catedráticos de la Universidad Ikiam”.
En el mundo también se han dado estos diagnósticos. En total son 26 reportados. Los primeros se reportaron en Hong Kong, Holanda y Bélgica, en agosto. Citada por BBC Mundo, Zania Stamataki, viróloga de la Universidad de Brimingham, señala que cuando un paciente se contagia dos veces significa que el organismo no tiene la “suficiente memoria inmunológica para protegerse”.
Ante ello, la única alternativa es la vacunación, para que la respuesta inmunitaria del cuerpo humano sea más potente y duradera. Como esas dosis aún no existen, Stamataki y los especialistas ecuatorianos piden mantener las medidas de bioseguridad: lavado de manos, distanciamiento y uso correcto de mascarilla, para quienes tuvieron y no el virus.