En el Complejo Judicial Sur se instaló la audiencia de reformulación de cargos en contra del pastor evangélico, principal sospechoso de la desaparición de Juliana Campoverde. A los exteriores de la audiencia llegaron los padres y otros familiares de la joven con carteles. Foto: Ana Rosero / EL COMERCIO
La Justicia aceptó la reformulación de cargos en contra del pastor evangélico Jonathan C., procesado por la desaparición de la joven Juliana Campoverde. La mañana de este viernes 30 de noviembre del 2018, la Fiscalía pidió que se lo dejara de investigar por secuestro extorsivo (sentencia de 10 a 13 años de cárcel) y que se lo inculpara por secuestro extorsivo con muerte (sentencia de 22 a 26 años de cárcel).
La audiencia de reformulación se instaló a las 09:00 en el Complejo Judicial Quitumbe, en Quito. Elizabeth Rodríguez, madre de la joven que desapareció hace seis años y cuatro meses, dijo que está audiencia es “importante porque así se podrá extender por 30 días más la fase de investigación pública”.
En la diligencia, la fiscal Mayra Soria, quién lleva adelante la indagación, pidió a la jueza Yolanda Ruiz Portilla que se cambie el tipo penal. Según el Código Orgánico Integral Penal (art. 596) la figura de reformulación de cargos puede ser solicitada cuando el fiscal durante el proceso se da cuenta de que la infracción no es la misma con la que se inició la investigación.
Audiencia de reformulacion de cargos por el caso de la desapareción de Juliana Campoverde. A la derecha, Elizabeth Rodriguez, madre de la joven, antes de que se inicie la audiencia. Foto: Galo Paguay / El Comercio
Juliana Campoverde desapareció en Quito el 7 de julio del 2012. En seis años, 10 fiscales que conocieron el caso no dieron paso a diligencias solicitadas por la defensa de la familia, como la investigación al pastor de la iglesia evangélica a la cual la joven concurrió por 10 años y dejó de asistir después de que intentaran que se casara con un hermano del pastor.
Este 2018, la fiscal Mayra Soria inculpó al pastor, luego de peritajes que demostraron que en su computadora creó un perfil falso de Facebook para comunicarse con la joven y que utilizó el chip del teléfono de Juliana Campoverde para enviar un mensaje a la familia después de su desaparición.
El pastor fue detenido el 5 de septiembre del 2018 y el sábado 10 de noviembre, tras acogerse a cooperación, describió un terreno en el sector de Bellavista, en el norte de Quito, como el último lugar donde estuvo Juliana Campoverde. Allí fueron hallados restos humanos, los cuales, según Absalón Campoverde, padre de la joven, no dieron positivo al examen de ADN.
En la audiencia de este 30 de noviembre, la jueza Yolanda Portilla acogió el cambio de figura penal contra el pastor evangélico y reiteró la prisión preventiva en su contra, así como el congelamiento de sus cuentas y la prohibición de venta de sus bienes.
En la diligencia estuvieron los padres de la joven. Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, dijo que indistintamente de una investigación que contemple penas de hasta 26 años, lo único que exige es “que me devuelvan a mi hija, que nos digan exactamente el sitio dónde está, exigimos la verdad y justicia completa no a medias”.
Rodríguez señaló que no han recibido amenazas directamente, pero sí a través de redes sociales, con personas, feligreses, del pastor, “que todavía no abren los ojos” y “están “tratando de tapar a estas personas”. La madre de Juliana señaló que son “3 333 días que nosotros no hemos parado de buscar a mi hija y no vamos a parar”.
El abogado del pastor, Paúl Ocaña, pidió que su cliente sea trasladado desde la cárcel de Latacunga hasta la Cárcel 4 de Quito. El abogado aseguró que su defendido corre riesgo dentro de la cárcel.
La fiscal Mayra Soria solicitó al Ministerio de Justicia que realice un análisis de riesgo para el detenido. La jueza dijo que cuando conozca el informe se pronunciará respecto a si acepta el traslado.