Por estos días, las redes sociales están inundadas de textos en los cuales se informa de miles de despidos en las empresas privadas. En efecto, muchas compañías -en la recta final del 2015- se han visto en la ‘obligación’ de realizar ajustes en su nómina, para mantener operativas sus actividades en momentos en que la economía ecuatoriana atraviesa una situación compleja. Por ahora no se ha difundido públicamente una cifra oficial generada desde el Ministerio de Trabajo, en la que se reporten los despidos en el sector privado (y también en el sector público).
No obstante, uno de los indicadores que ya refleja la difícil situación económica tiene que ver con el comportamiento de las recaudaciones. Y en uno de esos datos (Anticipo del Impuesto a la Renta) ya se puede advertir que las cosas no andan bien en las compañías. Al mirar el reporte del Servicio de Rentas Internas (SRI), correspondiente a octubre de este año, se observa que en comparación con igual período del año pasado existe una caída del 12%. Veamos las cifras: la recaudación acumulada en octubre del 2014 fue de USD 366,1 millones, mientras que en octubre de este año llega a los USD 320,4 millones.
Pero al mirar con detenimiento otros indicadores de la recaudación de impuestos se observan datos que reflejan un menor desempeño de los actores económicos. En un reciente análisis de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), se advierte que en octubre, según las últimas estadísticas del SRI, las recaudaciones netas de los impuestos sumaron USD 903,5 millones. “Esa cantidad refleja un 14% menos que en el mismo mes del año pasado. Se trata de la tercera contracción interanual consecutiva y de la más pronunciada en lo que va de 2015”.
En el discurso oficial se anticipa que al final del año se cumplirá la meta prevista en las recaudaciones, en gran parte gracias a la amnistía tributaria. Pero ¿qué pasará en el 2016, cuando la principal fuente de ingresos serán los tributos? El país sigue a la espera de las medidas creativas que ayudarán a salir del enorme bache en el que está la economía.