Raúl García es vicepresidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo y presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha. Foto: Archivo / EL COMERCIO
¿Hay o no reactivación del sector turístico?
Casi nada de reactivación. Hemos pasado cinco meses totalmente paralizados, con una falta total de apoyo del Gobierno y del Ministerio de Turismo. No han sabido canalizar nuestros pedidos, que hemos entregado por dos ocasiones al Presidente de la República (Lenín Moreno) y hace un mes hubo una tercera, donde yo personalmente, a nombre de la Federación y gremios, entregué al Presidente un plan para solucionar o activar el turismo. El gran pedido era tener un gabinete sectorial del turismo, con los ministros de Finanzas, Interior, Salud, Turismo, Producción y Transporte y ahí el propio Presidente sugirió al de Relaciones Exteriores, para la promoción. Pero hasta el día de hoy no tenemos nada, no nos hemos podido reunir o saber si el Ministro de Finanzas nos va a ayudar con liquidez o créditos, porque el programa Reactívate Ecuador no ha funcionado para nadie del sector turístico. La prueba está en que los hoteles se están cerrando, más de 500 plazas se cerraron en Quito y probablemente hay más hoteles que se están cerrando.
¿Para qué les sirve el gabinete sectorial?
Para que estén todos los actores gubernamentales y nosotros, para explicar la situación crítica que vivimos. Tenemos instrucciones ambiguas en lo laboral, problemas con el SRI, que no difiere los impuestos, y no podemos arreglar con los colaboradores. Entonces, no es posible poder seguir, después de tanto tiempo sin ingresos. Los municipios nos siguen cobrando los impuestos, permisos, tasas y otros tributos. Con este gabinete podemos armar estrategias sobre cómo reactivarnos, qué espacios abrir, conocer sobre cómo está el contagio y cómo actuar en esas zonas; es decir, que todo se articule en una estrategia. Por eso, hay algo que sí es positivo, que es el plan piloto de Galápagos. Esta semana, unos pocos pasajeros internacionales, a quienes le tomaron una prueba PCR, ya volaron a las islas. Hay dos o tres barcos que hacen cruceros, siguiendo los protocolos. Hay un gran aporte del aeropuerto, de Salud y otras instituciones. Eso es una buena noticia. Entonces, cómo hacemos que esto se aplique en todo el país.
¿El sector ha recibido o no los incentivos anunciados por el Gobierno?
Ninguno. Entendemos que el Gobierno no tenga dinero, pero dígannos la verdad y que no nos engañen con el Reactívate Ecuador, que no funciona para el sector turístico, porque a nadie le han dado un crédito; solo se ha dado a un pequeño restaurante y una sanduchería. Los hoteles que cerraron en Quito no tuvieron acceso a crédito. Nadie ha tenido crédito, ni el hotel grande, mediano ni chiquito. Una de las razones es la falta de liquidez, después de cinco meses de haber estado cerrados. Algunos cerraron para volver, pero hay hoteles pequeños que se están cerrando en el Centro Histórico.
¿Qué ofrece Reactívate Ecuador?
Créditos con el 5% de interés, 36 meses de plazo para pagar y seis meses de gracia, con el Banco del Pacífico.
¿Por qué no han podido acceder?
Todos fuimos a pedir créditos, pero los funcionarios (del Banco del Pacífico) nos dijeron que no aplicaba para el turismo, porque somos los últimos que nos vamos a reactivar, y que, por lo tanto, no merecemos el crédito. Tuvimos 15 reuniones con el Banco del Pacífico. Lo mismo ha ocurrido con la CFN, con Banecuador, y las cooperativas de ahorro. Lo bueno de Reactívate Ecuador es el 5% de interés y 3 años para pagar. En la CFN es imposible, porque tiene una tasa del 10%, es imposible adquirir un crédito que no se va a poder pagar.
¿En ese contexto, cómo queda la apertura de las playas?
Pese a que se anunció la apertura, luego del fallido intento del 22 de julio, la mayoría de los COE cantonales de muchas playas las están cerrando. Solo hay seis abiertas de las 40 autorizadas. Al postergar esa apertura, la gente que iba a viajar en el feriado no lo va hacer y sucedió que la poca hotelería que está activa invirtió para tener los protocolos, los limpia zapatos, fumigadores, los trajes para el personal, mascarillas, alcohol, gel, compraron algo para iniciar la activación y ahora le dicen que no. El COE nacional dijo que hay 40 playas autorizadas, pero a última hora cambian las reglas del juego. Eso es jugar con el sector y los ciudadanos. Entiendo que la vida es primero, pero se pudo haber decidido una semana atrás y nadie invertía, o nadie pedía un préstamo o se endeudaba. Esto pasa porque las autoridades funcionan como autoridades y se olvidan que hay todo un aparato productivo, que no es tomado en cuenta para sus decisiones.
¿Esas inversiones se hicieron el 22 de julio y para el 5 de agosto?
Así es. Por ejemplo, un empresario de Manta quería suicidarse, porque en dos ocasiones le pasa lo mismo. También hay gente de Playas Villamil, Santa Elena y de otras playas que estaban preparados para recibir a la gente y ahora resulta que ya no hay como.
¿Cuál era la expectativa que se tenía para el 5 de agosto?
Hay ambigüedad en las instrucciones. El COE nacional dice que están abiertas 40 playas y los turistas esperaban ir. Iba a hacer importante la apertura, pero es increíble que el día que íbamos a abrir, las playas se cerraban.
¿Cuántos negocios se prepararon para la apertura de las 40 playas?
Hay miles de negocios, porque hay restaurantes, transporte, hoteles, hosterías y la gente informal que estaba zonificada para vender (el que alquila parasoles, el que vende coco helado) y todos los que estaban preparados, pero se quedaron si nada.
¿Se sienten perjudicados por estos anuncios?
Totalmente, porque la gente esperaba vender algo, no solamente el hotelero se reactiva, sino todo lo que está a su alrededor, como el que vende pan, verduras, pescado, pintores, electricistas, las ferreterías, las farmacias, es decir, todos se prepararon para esta apertura de playas, pero resulta que no ocurre. Estas decisiones nos matan y nos han venido matando por cinco meses.
¿Cuánta gente iba a viajar a la playa?
Hubo gente que para el 22 de julio ya había pagado sus reservas, como pasó en Manta y Playas. También para este feriado (10 de agosto) iba a viajar, no como los feriados anteriores, pero iba a haber un movimiento, pero ahora con toda esa confusión la gente no va a ir.
¿Es posible que esa gente vaya a otros destinos, como el norte o la Sierra centro?
Esperemos que sí y que los COE locales no cierren los cantones.
¿Qué tanto están preparados para garantizar que el turista no se contagie con el virus?
Todos lo que están operativos tienen los protocolos, desde el ingreso del huésped. Su usa mascarilla, gel, se guarda la distancia, la habitación está desinfectada y los alimentos son seguros; ya no se usan manteles, se siguen todas las reglas que las autoridades han tomado. Se ha invertido en los trajes, las mascarillas, no hay rotación de personal mientras estén los huéspedes. Todo eso ya lo tenemos vigente desde hace un par de meses.
¿A cuánto ascienden las pérdidas?
Al momento están sobre USD 1 200 millones.
Pero, el gobierno dice que son USD 560 millones
El Gobierno compara con el año anterior, pero quiero recordar que el año pasado el 53 % de la planta turística estuvo vacía, porque, por ejemplo, en los hoteles hubo baja ocupación por la informalidad y los negocios que daban hospedaje sin facturar, sin pagar impuestos, tasas, patentes, IVA y otras obligaciones tributarias. Esa informalidad estaba matando a la hotelería. Faltan la promoción turística y créditos blandos. Este sector tenía 166 000 empleos formales y ahora quedan 100 000. Esta cadena también generaba 500 000 empleos indirectos, igualmente, afectados.
¿En qué tiempo el sector turístico tenía previsto volver a operar?
A esta época pensábamos que íbamos a estar operando. Aquí va mi reclamo a las autoridades del Mintur. Por ejemplo, en la Sierra tenemos haciendas rurales que están con protocolos, entonces, por qué no promocionar para que la gente vaya con su familia a tomar aire, porque hay sitios seguros; lo puede hacer el fin de semana. Este pequeño ingreso va a reactivar la actividad turística, pero eso no ocurre y nadie ha promocionado nada. Se abrió el Parque Nacional Cotopaxi y luego fue cerrado; luego, el cantón Mejía se puso en rojo. Se abrieron las haciendas y se quedaron con sus inversiones. Estas decisiones deben ser revisadas estratégicamente. Por ejemplo, en la zona rural no hay casos de contagio y se pueden armar estas burbujas, que tienen los protocolos para recibir a las familias.
¿Qué van a hacer si no tienen eco del Gobierno?
Pese a que hemos hablado con los ministros y el propio Presidente no tenemos ninguna respuesta. El sector está muy cansado y molesto. No somos escuchados y no tenemos ayuda. El sector se está hundiendo.