En la planta Rubber Action hay 100 000 llantas. Los trabajadores elaboran pisos sintéticos y rompevelocidades. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Miles de llantas son almacenadas al aire libre en un enorme canchón de tierra y césped, en el barrio Guadalupe de Checa, ubicado a 45 minutos de Quito. Es una zona rural asentada en el kilómetro 38 de la carretera E35, que conecta a esa parroquia con su similar Yaruquí.
Los vecinos están preocupados porque los neumáticos que se almacenan frente a la calle empedrada Jacinto Vega pudieran generar problemas sanitarios, por la acumulación de agua en las ruedas, o causar un incendio que afecte a la parroquia.
Édgar Vásquez, dirigente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Checa, vive en ese lugar. Pide que se mejoren las condiciones para guardar las llantas y que se instalen techos. “De esta forma se evitará que proliferen mosquitos y enfermedades”.
María Chicaiza, otra moradora, también solicita que los neumáticos sean cubiertos. “A ratos, cuando se camina por la calle, huele fuerte a caucho. No nos afecta a la salud porque nuestra vivienda se ubica lejos de aquí”, señala.
Los habitantes se refieren a la planta Rubber Action. Es una de las 30 empresas registradas por la Subsecretaría de Calidad Ambiental para la gestión, tratamiento y reciclaje de neumáticos en el Ecuador.
Para llegar al sitio se debe subir por una calle de piedras. Allí, lo primero que aparece es una puerta metálica y un cerramiento cubierto con plásticos verdes. Por encima se observan los neumáticos tapados con lonas de diferentes colores. En los alrededores hay sembríos de hortalizas y frutas.
En las últimas semanas, la planta Rubber Action ha recibido críticas en redes sociales por el manejo ambiental de sus instalaciones. A través de fotos y videos captados con drones se visualizan miles de llantas apiladas sin ser cubiertas.
Carolina Zurita, subsecretaria de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente, afirmó a este Diario que la compañía es inspeccionada de forma constante para asegurar que cumpla los parámetros establecidos por el Instructivo para la Gestión Integral de Neumáticos Usados. Este fue aprobado por el Acuerdo Ministerial 0098 y el Programa de Gestión Integral de Neumáticos Usados.
La funcionaria explicó que existe un proceso administrativo en contra de Rubber Action. En un informe se le notificó que hay una saturación de ruedas en sus instalaciones y se le suspendió recibir, de forma temporal, más desechos.
El proceso está abierto desde agosto del 2017. “La planta no puede seguir recibiendo llantas, pero eso no significa que dejen de procesar lo que tienen. Ambientalmente, lo que ellos tienen que hacer es evacuar”, aseguró Zurita.
La Subsecretaria añadió que el proceso llegará a su fase final en los próximos días. De momento, las inspecciones continúan y los directivos de la firma presentaron un plan de acción en el cual se determinan las medidas implementadas: una de ellas es evitar la saturación del material reciclado; la otra es mejorar las condiciones de almacenamiento (cubrir con lonas las gomas).
Este Diario recorrió la planta y constató que ahí se ha procesado una cantidad de neumáticos acumulados. El gerente general, Fernando Prado, manifestó que se cumple con los estándares que exige el Ministerio de Ambiente desde que la empresa fue creada hace cinco años y ocho meses.
Explicó que Rubber Action tiene capacidad para albergar 180 000 llantas y actualmente cuentan con 100 000. Con el caucho procesado se elaboran pisos sintéticos, alfombras, rompevelocidades, bases de motores de vehículos, esquineros, entre otros. Además, se genera empleo para 14 familias del sector, indicó Prado.
El empresario aseguró que siempre mantiene contacto con los habitantes del barrio Guadalupe para conocer sus inquietudes sobre el manejo de los residuos.
El representante del GAD de Checa, Édgar Vásquez, confirmó que Rubber Action recolecta los desechos de caucho en las quebradas y terrenos baldíos del barrio para procesarlos, lo cual beneficia a la población y al ambiente.
Prado explicó que las llantas actualmente son tapadas con lonas recicladas. El objetivo es evitar que el agua se empoce y garantizar el proceso de tratamiento. En ese sentido, Zurita cree que hay confusión sobre la forma en que se deben cubrir las ruedas. No es necesario instalar un techo, se lo puede hacer con otros materiales como lonas o plásticos que las protejan de la intemperie.