Quito aún no proyecta un presidenciable para comicios de 2017

La Capital aún no cuenta con un candidato que aspire a Carondelet, después de las elecciones del 2017. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

La Capital aún no cuenta con un candidato que aspire a Carondelet, después de las elecciones del 2017. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

La Capital aún no cuenta con un candidato que aspire a Carondelet, después de las elecciones del 2017. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Si bien Quito es la capital política del Ecuador, también es considerado el epicentro de toda movilización de protesta al punto que ha sido calificada la ciudad rebelde de la historia. Sin embargo, esta particularidad no ha sido referente para promover con fuerza a alguien con posibilidades de llegar a Carondelet.

Las movilizaciones del año pasado son un reflejo de ello: de la capital no hay un cuadro que se proyecte de manera consistente hacia la Presidencia para el 2017. A 10 meses de que el Consejo Nacional Electoral recepte las inscripciones de los presidenciales, han surgido nombres como Guillermo Lasso (Creo); Dalo Bucaram (FE); Álvaro Noboa, que busca renacer bajo el paraguas de Adelante Ecuatoriano, Adelante, e incluso la del socialcristiano Jaime Nebot.

El factor común de estos políticos es un discurso atado a la apertura al comercio, generación de empleo. Además los cuatro son guayaquileños.

En Quito, en cambio, varios analistas coinciden en que por el momento no existe un político con esa proyección presidencial, aunque surgen nombres como Paco Moncayo, Enrique Ayala Mora, Ramiro González. Si bien González, Ayala Mora ni Moncayo no son quiteños de nacimiento, han desarrollado su actividad política en la capital.

El analista Luis Verdesoto aclara que, lejos de regionalismos políticos, las sociedades de la Costa y la Sierra son diferentes y por lo tanto “producen líderes distintos”. Bajo esta premisa, sostiene que entre los políticos de ambas regiones existe una diferencia histórica que ha permitido que sea más fácil la construcción de presidenciales en el Litoral.

“Los candidatos de la Sierra han sido más cautelosos para construir liderazgos”, afirma. Y añade que la población de la Sierra ha sido más desconfiada de la política tradicional y por una construcción menos carismática y más racional de los líderes”.

De los 12 mandatarios que han gobernado el Ecuador desde el retorno de la democracia, en 1979, la mitad han sido guayaquileños y sus candidaturas fueron impulsadas por organizaciones políticas con fuertes bases en el Litoral.

Otros tres nacieron en Quito, uno en Chambo (Chimborazo), uno de Loja y otro vio la luz en Boston, Estados Unidos.

Gandhi Espinoza, de Informe Confidencial, acota que hace algún tiempo ocurre el fenómeno de que figuras quiteñas no estén en la escena política de manera relevante, pero que por ahora todo dependerá de una estrategia adecuada.

Para el publicista Andrés Seminario, nada está dicho, y es posible la participación de un candidato cuyo nombre aún es desconocido, un ‘outsider’.

Él descarta que en el 2017 las “candidaturas clásicas”, -sean de Quito o Guayaquil- tengan éxito pues la gente busca rostros nuevos que estén alejados de las estructuras tradicionales. En un 2016 que será económicamente complicado, para Seminario, un cuadro bien proyectado sería alguien de corte ejecutivo, emprendedor que tenga un lenguaje nuevo, con nuevas nomenclaturas “que genere la confianza de poder resolver la economía”.

El papel de Rodas
En las elecciones del 2013, Mauricio Rodas se convirtió en un ‘outsider’ presidencial y con el 3.9% de la votación. Superó a candidatos como Alberto Acosta y Álvaro Noboa. Luego, en las seccionales del 2014 obtuvo el 58,3% de la votación para la Alcaldía de Quito y en ese entonces era considerado dentro de SUMA como un potencial presidencial.

Para el director del movimiento, Guillermo Cely, no es el momento de establecer candidaturas, sino de construir un programa para generar un esquema que permita mitigar la crisis económica.

Dejó en claro que por ahora Mauricio Rodas está “solucionando los problemas de los quiteños” y que a mediados de año definirán su presidencial.

Dentro de Alianza País también se deberá definir el candidato para el 2017. En este escenario, por ahora, no hay ningún quiteño que suene con fuerza. Los cuadros potenciales son el vicepresidente Jorge Glas, más cercano a los grupos de producción y Lenín Moreno, que si bien es de Orellana, su trayectoria política ha sido básicamente en Quito.

En contexto

A mediados de agosto de este año culminará el plazo para que las organizaciones políticas se puedan inscribir en el Consejo Nacional Electoral. Desde octubre el organismo empezará a receptar las primeras postulaciones para las candidaturas.

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