En el carril exclusivo del Trolebús confluyen unidades de combustible y eléctricas, como en la estación de la Villa Flora. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
La incorporación de nuevos articulados de diésel como trolebuses está modificando una parte esencial de este sistema de transporte, que siempre se preció de ser menos contaminante por el uso de electricidad.
Actualmente, de las 113 unidades operativas del Sistema Trolebús, un 74% (84 trolebuses) funciona con energía eléctrica. El resto (4 troles y 25 articulados) utiliza solo combustible. Además, los nuevos biarticulados, que se incorporarán a la flota a fines del 2015, serán a diésel.
Esta realidad se contrapone a la visión inicial que se tenía con la puesta en marcha del Trolebús. En la década de los 90, este sistema surgió, entre otros aspectos, como una respuesta a los problemas de contaminación que había en la ciudad. Las emisiones de gases de los automotores son la principal causa de polución, según la Secretaría de Ambiente del Municipio.
En ese entonces, la aplicación del sistema Trolebús tenía como propósito, en lo que tiene que ver con el factor ambiental, reducir las emisiones de gases, mitigar los problemas de salud que causaba la contaminación y las vibraciones de vehículos de diésel en el Centro Histórico y promover el uso de energía limpia (electricidad), recordó César Arias, especialista en Movilidad, quien participó en la implementación del Trole.
Para la operación de las unidades eléctricas este sistema cuenta con una red de 18,5 kilómetros de largo, de Quitumbe a La Y.
Más adelante esta será extendida hasta El Labrador, en el norte, pero no será instalada en la ampliación del servicio hacia Calderón, informó la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtpq).
Los altos costos que demanda esta infraestructura y los tiempos prolongados de fabricación de las unidades son los principales argumentos para optar por otra tecnología. En promedio, cada kilómetro de red eléctrica cuesta USD 1 millón. Un trole biarticulado eléctrico bordea el costo de USD 1 400 000 y su entrega tardaría un año.
En cambio, el precio de los biarticulados de diésel, en promedio, es de USD 450 000 cada uno. El valor referencial para los 80 biarticulados que usan combustible es de USD 40 000 000. La adquisición de esta flota se encuentra en el portal de Compras Públicas. La Secretaría de Movilidad explicó que esta semana se espera la confirmación de que existe producción nacional para adquirir las unidades, caso contrario se buscará oferentes en el exterior.
La incorporación de los biarticulados de diésel no se contrapondría a la esencia del Trolebús, sostiene Darío Tapia, secretario de Movilidad. Las unidades tendrán tecnología Euro 3, es decir, “serán menos contaminantes”. La opacidad de los gases (esmog) que emitan será de un 3,5%. En el resto de buses, esta cifra bordea el 40%.
Esta nueva flota servirá también para reemplazar las primeras 54 unidades que cumplen en diciembre próximo sus 20 años de vida útil. Los troles antiguos serán repotenciados para seguir usándolos una década más. “La red eléctrica se seguirá utilizando”, indicó Tapia.
La tendencia actual, de transporte moderno, tiende a la utilización de energías limpias. Se cuenta con unidades híbridas -eléctricas y a combustión-, mencionó Arias. Por esto, sugirió aprovechar la infraestructura instalada. “La calidad del combustible del país no tiene los estándares de países desarrollados. Aquí los buses Euro 3 tienen problemas de funcionamiento por el exceso de azufre en el diésel”.
Por su parte, Galo Cárdenas, especialista en Sostenibilidad en el Transporte, explicó que para reducir la contaminación de los automotores a combustible se requieren medidas integrales. Entre ellas: cambiar la legislación sobre la calidad de los carburantes y motores, optimizar los estilos de conducción e incorporar nueva tecnología que se adapte a la orografía de la ciudad.
Transporte
Esta semana se decidirá si los 80 nuevos buses se fabricarán en el país o si se los importará
En contexto
A finales de este año, la primera flota de trolebuses cumplirá su vida útil. Esta será renovada, pero las unidades no serán eléctricas. La administración municipal asegura que los biarticulados de diésel, norma Euro 3, serán amigables con el ambiente.
No olvide
Los primeros 54 trolebuses, adquiridos en 1995, cumplirán su vida útil a finales de este año. Serán repotenciados para seguirlos utilizando.
Los buses biarticulados que se quiere adquirir deben alcanzar también una vida útil de al menos 20 años. Así se determina en una ordenanza del 2008.
Los ejes del biarticulado deben tener la capacidad de soportar el peso mínimo de 200 pasajeros, considerando un peso de 70 kg por cada una.